martes, 3 de abril de 2012

Para parir un verso

Para parir un verso

Para parir un verso es necesario que te arañe la vida

que te arranque un sentimiento avinagrado

que te cruja el alma como la hojarasca

Tita diría “Llorar en seco es como parir en seco”.

El despecho te seca la boca

te seca los ojos , el alma te seca.

El viento cruel te da volteretas

para arpegiar un lamento otoñal

una sonata dual invernal

o hacer vibrar un sentimiento agolpado

en un cuarteto de cuerdas

o llorar una pasión en el saxofón.

Prefiero el verso del bien amado

que el vigor de las fieras arañando el alma

Buscar, desahuciada, la alquimia

Entre tinta carmesí apasionada

fuego hondo,  fuego fatuo, fuego arkhé

fuego, fuego.

El hado verde, verde selva, verde bosque

necio verde, escribir  los ramajes en abandonados buques.

La fantasía violeta en mi paleta

Procreando realismo mágico.

Quiero tus ojos hurgando en mi alma Julián

desnudando el sentimiento que no puedes más callarlo

el paraíso abierto en tu sonrisa plateada

Tu corazón a dueto con el mío

tus rizos símbolo de rebeldía

Quiero tu voz acariciando mi alma

el espíritu que da sentido a la vida de mi alma

ese otero en sintonía con el universo.

Le quiero, le quise desde que encendió mi alma

desde que encendió pasiones a metros abismales

desde que encendió pasiones  a kilómetros de distancia….

Le amé desde que el fulgor de su mirada

le dio resplandor a mi vida vacía.

Le amé desde que descubrí en su voz

Palabras, mágicas palabras que encontraría

Antes sólo en mis protagonistas ficticios.

Le amé desde aquel amanecer solitario

en el que literalmente me encontró sentada

con el pecho en las rodillas

cual  por la vida temerosa chiquilla

y me hizo levantar para navegar

“Entre   laberintos y plazuelas”

 y nos embarcamos en una  balsa mágica

de aguas turbulentas para tentarnos las almas

con furtivas miradas que parlaban que se amaban

temiendo no ser correspondidas, ansiando

la ambrosía de la vida, escabulléndose de la monotonía

Huyendo uno del otro queriendo encontrar en la lozanía

una fortaleza donde guardar tristezas y abrir puertas

de donde emana un ráfaga de luz que tiñe el panorama

de primaveras nacientes y retoños de todos árboles frutales

de limas frescas, peras jugosas, duraznos sonrosados

mangos dulces y subes y “besos  de escarlata sandías”.

 y comer ¿ Por qué no? esa fruta prohibida.



Escalar montañas, escalar la cúspide de nuestras almas

y bañarlas con “aguas puras de manantial”

Andar en sendas protegidas por robustos robles

 y no conocer más que sentimientos nobles.

¡Pero nuestra balsa, pobre balsa!, fue golpeada

azotada por monstruos infames

entre arañazos y golpes, entre lenguas, tentáculos

 de la balsa no quedaron sólo maderos sueltos

el  viento arrastro tu tronco hasta atravesar el Atlántico

un remolino  absorbió el mío hasta perder la claridad del agua.

Manotear, chapotear, patalear,¡ nada, nada servía!

Me sujete de barcos piratas y hacia verde azules tornasoles

me guiaba la vida para encontrar a mi amado del otro lado

Amé ese encuentro de laberinto.



una y otra vez los  arañazos hasta que un rayo de luna

Permitió que te viera, distinto, maltratado y engañado

 pero en esencia el mismo, el de refulgente espíritu

he invocado a la bravura de las olas, al salvaje bramar de los vientos

a fuegos fatuos, a la tierra madre, naturaleza madre,

 a  la  furia de la lluvia al grito estruendoso de Tláloc

 Zeuz  con sus nubes amotinadas lanzando rayos  , la ira  bélica de Ares

a mi Dios creador de mi amado que vive y se expresa en el firmamento

para  traerte al umbral  de mis ojos y que te lo cuenten todo.


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