martes, 3 de abril de 2012

Ofrenda de amor

Ofrenda de amor

Me llega el olor a frescura del los cipreses

Nacida de la oleada de los vientos decembrinos

 Y el recuerdo de la última vez que nos  vimos

Siempre soñando que habrá un después.

Una brisa tenue y discreta

Como los pasos una juventud

Despierta, enamorada y sana.



Las luces artificiales de la noche

Tiñen las mariposas violetas del plungamo

La camelina desbordante

Los robustos tulipanes florecientes

Desafiando, heladas y lluvias arremolinadas.



La víspera de la navidad

Se propaga en aromas y sabores

Picantes y dulces en las cocinas

Y hay entusiasmo en todos hogares.



Pero Dios, no alcanzó a disfrutar

de la dicha de la lluvia o de la vida

me atraganto las palabras

y hasta la felicidad del alba.



Aprieto mis llantos

Evoco a mi fuerza delirante

Hay gran coraje sembrado

Aquí en mí desolado pecho.



Y apenas queda una luz ardiente

 Una tristeza con desdén

Una impotencia delirante

Una esperanza postergada

Un miedo escalofriante

Un futuro incierto,

Más incierto que nunca

Tambaleando mí ser a la deriva.



Estoy sepultada en cuerpo marchito

Y  el caudal de mis sueños

No me cabe ni en los sesos

Mi sangre es peligrosa

Y me mata, me mata, me mata

La virginidad guardada

que hoy  sirve de nada.





Y mi pasión de luto

En el sepulcro de mis versos

Se pudre, se enciende, brilla

Y se apaga, muere viviendo

En sorbos de agonía.



Oh Cristo

Cuánta miseria, cuánto dolor

Cuánto llanto en tu sangre

Derramada por amor.



Me dueles en las llagas de mi vida

Me dueles en los ojos irritados

Por  el manantial de llantos

Emanado por la discordia

Y el materialismo asesino.



Mira tu pueblo pobre

Vendido como una puta

Por una monedas de oro

Y van besando mis mejillas

Apuñalando mi vida.



Pobre México, mío

¿Cuánta salud rebosando

En las mejillas encendidas

Y se escurre en los dedos

De la muerte provocada

Por sus infames gobiernos.



¿Cuántos cerebros exprimidos

Pudieron hacer algo por tu pueblo?

Y ahora secos, cansados, rotos

Están deprimidos, bebiéndose

Decepciones del jugo agrio de los ojos.



¿Cuánta pobreza habitada

En tantos millones de hogares

Unos  cuantos pesos para la semana

¿Cuántos niños con un trunco futuro?

¿Cuántos hombres con el peso

De diez o más vidas sobre sus hombros?



Otros arriban pisoteando al gusto

A manos llenas para conservar

La silla imperial déspota

Asesina y descarada.



En nuestra cara se burlan

Despilfarrando el trabajo ajeno

En putas, hammers,  armas biológicas.

Tecnología de punta para dañar

Al prójimo que hable de las verdades

Matando alamas inocentes

Vendiendo el petróleo del  pueblo,

Inventándose chupacabras

Influenzas porcinas y humanas.





Cristo,

Padre de los mártires

 no de aquella iglesia

Que se llena de honores

 De sillas de oro barroco

 Pues controla el pensamiento

De pobres, ricos y clase media

Para hacerle favores

Y lamerles el culo

A los gobiernos actores

Y autores de una blasfemia

Fariseos poseídos

Por las tentaciones del demonio

Dándose golpes de pecho

O parlando oraciones

Aún sin creer en ti.



Cuánto daño causan a las naciones

Cavando cerebros metiendo

Ideas por ser  de Dios “elegidos”.



Cuando a todos no elegiste

Con tu prodigioso amor

Para gozar de las libertades

Y maravillas que creaste.



Justiciero, loco enamorado

¿Tu justicia han burlado

Usándola contra los humanos?

Machacando a los cerebros

A los corazones oprimiendo.



Cárcel de las almas

Entierro de los afligidos

Consoladora de los burgueses

  Y gobernantes asesinos.



Refugio de los políticos

Condena de la libertad

Obediencia para los inocentes

Ingenuos castrados de ingenio.



Pobreza de la humanidad

 Ley universal convencional.

Dirigentes  de las masas

Cuartel de las conciencias

Esclavitud de las almas en pena.



Y por si algunos creyesen

Que yo a tu madre ofendiese

Creo en María sagrada

Porque sé que de una gran dama

Un gran hombre creciese.



Independízanos, ídolo de mi gente

Libertador de las almas

Amor castigado y desgarrado                                                                                                  

Ofrenda de amor lastimado

Sabiduría profunda y perpetúa

Ejemplo de humildad y pasión

Escucha de la humanidad su oración.

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