martes, 3 de abril de 2012

El sol

“Si pudiera cambiar todas las palabras

 Que he escrito por  estar a tu lado lo haría”

El sol


 ¡Ay! Julián

Julián de mi vida

Cuánto me duele dejarte así

No puedo, ni quiero

Despedirme de ti.



Hemos  cosechado lirios violetas

 Embarcados en sueños plateados

Fuimos juzgados por nuestro soberbio amor

Más ¡No hay soberbia en el amor! 

Más bien es un milagro que no han experimentado.



Turbulentas infamias acosaron

Nuestros caminos, para alejarnos

Y ni el Atlántico pudo desafiarnos.



Embrujos, pócimas, maldiciones e injurias

Presidentes y vicarios aleados

Para la inquisición clandestina

Y millones de almas pérdidas

Para que yo perdiera la vida.



Te dejo la aurora naciente

El crepúsculo tiñendo

El aura de las nubes y la luna

Encendida palpitando entre los bosques

Ahogada en las lagunas, allí y nomás me busques.



Un  sollozo enternecido,

 el aire suplicante será mi voz.

Una lluvia amotinada de recuerdos

Será mi fría pasión.



Te dejo un beso fresco y dulce

En los labios escarlata de la sandía.

Y para poder verte, amor,  recuerda

Recuerda que apagarte no puedes

Porque tú, tú eres el sol.


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