Pena desnuda
Que fría, que triste, que inmune me dejas
Respirando del aire lo más tóxico
Bebiendo de la vida lo más próximo
Voy quemando la miel de las abejas.
¡Qué incrédulo el amor se torna!
¿Qué mito es el secreto de la vida?
¿Qué voz es la de Dios que no responde?
¿Vive a caso, todavía un Ser, Hombre?
Me queda la nada siempre desnuda
Desnuda mi alma, mi pena desnuda
Y la voz inmensa palpitante del silencio
Se vierte en la tuya… y vuelves despacio.
Entonces del buen recuerdo nace el devaneo
Y osar, no puedo, va contra mí, ¡Espíritu vedado!
Entonces soy como la muerta naturaleza
Soy la tierra agrietada por su tristeza.
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