Ansiedad mundana
Diáfana mi vida se acaba
estruendo calcinado de asfalto
que me cubre con su frío manto
y se esparce invadiendo mi alcoba.
Retumba en mis oídos la sorda
palabra que nació inventada;
estremece cada día el llanto
que pretendo traducir a un canto.
Nítido corazón, alma desangrada
de sangre desalmada y desgarra
día a noche ¡Tanto! que no puedo
respirar el alba, es el sueño crudo.
Ansiedad mundana, tormentoso
miedo, no quiero es beso que dejó
tu eco, tiemblan de mis pupilas
las gotas y tiritando caen derrotas.
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