Más podré navegar en el viento,
En susurros ahogados al mar
Llegaré al abismo profundo
Que sin tregua nos ha hecho llorar.
Sembraré el misterio desnudo
Que sin duda te hará suspirar
Sentirás en la lluvia mis versos
Suspendidos en la imaginación.
Volarás en mis alas a un tiempo
Que sembrando en el mundo mi amor
Manantial que ha brotado cual fruto
De los planes inmensos de Dios.
Y si ajena la muerte susurra
A tu oído que me he ido, amor,
No te hundas, ve y toma el timón
Me sabrás a tu lado cual hado
Aunque el tifón cambie tu barca de dirección.
Que mis olas guiarán tu camino
Aquí viva, viva yo estoy.
Cuando veas la luna naciente
Y asomado a tu alcoba el sol
Cuando enciendas las velas de tu alma
Y en estrellas la gran ilusión.
En la fuerza del tronco de un fresno
En su hojarasca o algún cedro limón
En arenas rojizas y grises, en las blancas
Y rocas al son de los aires de invierno
Inventando una nueva canción.
En la tinta verde gotea mi alma
Y sabrás que por ti sólo soy
Un abeto, un rugido perpetuo
Y la espuma serena del mar
Palpitante agonía brillando
En la magia armónica de pasión.
Que te amo con locura de un cuento
Y de versos que no escrito, amor,
Al oler la frescura del tiempo
De Julio, Septiembre o Abril.
Es mi alma que acaricia tu pelo
Y que en tu pecho se quiere dormir
Ven amado y léeme un verso
Y no llores, no llores por mí.
Que mi alma es sólo contigo
Y no me alejo ni un segundo de ti.
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