Ofrenda de amor
Me llega el olor a frescura del los cipreses
Nacida de la oleada de los vientos decembrinos
Y el recuerdo de la última vez que nos vimos
Siempre soñando que habrá un después.
Una brisa tenue y discreta
Como los pasos una juventud
Despierta, enamorada y sana.
Las luces artificiales de la noche
Tiñen las mariposas violetas del plungamo
La camelina desbordante
Los robustos tulipanes florecientes
Desafiando, heladas y lluvias arremolinadas.
La víspera de la navidad
Se propaga en aromas y sabores
Picantes y dulces en las cocinas
Y hay entusiasmo en todos hogares.
Pero Dios, no alcanzó a disfrutar
de la dicha de la lluvia o de la vida
me atraganto las palabras
y hasta la felicidad del alba.
Aprieto mis llantos
Evoco a mi fuerza delirante
Hay gran coraje sembrado
Aquí en mí desolado pecho.
Y apenas queda una luz ardiente
Una tristeza con desdén
Una impotencia delirante
Una esperanza postergada
Un miedo escalofriante
Un futuro incierto,
Más incierto que nunca
Tambaleando mí ser a la deriva.
Estoy sepultada en cuerpo marchito
Y el caudal de mis sueños
No me cabe ni en los sesos
Mi sangre es peligrosa
Y me mata, me mata, me mata
La virginidad guardada
que hoy sirve de nada.
Y mi pasión de luto
En el sepulcro de mis versos
Se pudre, se enciende, brilla
Y se apaga, muere viviendo
En sorbos de agonía.
Oh Cristo
Cuánta miseria, cuánto dolor
Cuánto llanto en tu sangre
Derramada por amor.
Me dueles en las llagas de mi vida
Me dueles en los ojos irritados
Por el manantial de llantos
Emanado por la discordia
Y el materialismo asesino.
Mira tu pueblo pobre
Vendido como una puta
Por una monedas de oro
Y van besando mis mejillas
Apuñalando mi vida.
Pobre México, mío
¿Cuánta salud rebosando
En las mejillas encendidas
Y se escurre en los dedos
De la muerte provocada
Por sus infames gobiernos.
¿Cuántos cerebros exprimidos
Pudieron hacer algo por tu pueblo?
Y ahora secos, cansados, rotos
Están deprimidos, bebiéndose
Decepciones del jugo agrio de los ojos.
¿Cuánta pobreza habitada
En tantos millones de hogares
Unos cuantos pesos para la semana
¿Cuántos niños con un trunco futuro?
¿Cuántos hombres con el peso
De diez o más vidas sobre sus hombros?
Otros arriban pisoteando al gusto
A manos llenas para conservar
La silla imperial déspota
Asesina y descarada.
En nuestra cara se burlan
Despilfarrando el trabajo ajeno
En putas, hammers, armas biológicas.
Tecnología de punta para dañar
Al prójimo que hable de las verdades
Matando alamas inocentes
Vendiendo el petróleo del pueblo,
Inventándose chupacabras
Influenzas porcinas y humanas.
Cristo,
Padre de los mártires
no de aquella iglesia
Que se llena de honores
De sillas de oro barroco
Pues controla el pensamiento
De pobres, ricos y clase media
Para hacerle favores
Y lamerles el culo
A los gobiernos actores
Y autores de una blasfemia
Fariseos poseídos
Por las tentaciones del demonio
Dándose golpes de pecho
O parlando oraciones
Aún sin creer en ti.
Cuánto daño causan a las naciones
Cavando cerebros metiendo
Ideas por ser de Dios “elegidos”.
Cuando a todos no elegiste
Con tu prodigioso amor
Para gozar de las libertades
Y maravillas que creaste.
Justiciero, loco enamorado
¿Tu justicia han burlado
Usándola contra los humanos?
Machacando a los cerebros
A los corazones oprimiendo.
Cárcel de las almas
Entierro de los afligidos
Consoladora de los burgueses
Y gobernantes asesinos.
Refugio de los políticos
Condena de la libertad
Obediencia para los inocentes
Ingenuos castrados de ingenio.
Pobreza de la humanidad
Ley universal convencional.
Dirigentes de las masas
Cuartel de las conciencias
Esclavitud de las almas en pena.
Y por si algunos creyesen
Que yo a tu madre ofendiese
Creo en María sagrada
Porque sé que de una gran dama
Un gran hombre creciese.
Independízanos, ídolo de mi gente
Libertador de las almas
Amor castigado y desgarrado
Ofrenda de amor lastimado
Sabiduría profunda y perpetúa
Ejemplo de humildad y pasión
Escucha de la humanidad su oración.
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