miércoles, 2 de abril de 2014

Si Tomaras las Riendas del Destino

Y si descendieras de la noche
como un relámpago furtivo,
para mostrar el cielo en su hora desnuda,
y si entraras como el aire por la ventana
a susurrarme secretos
a sacudir mi pelo  
si fueras la luz de la vela
que alumbra mi alcoba,
y si fueras testigo de mi mano
al escribirte una carta,
 si vieras mis lágrimas
que en silencio se derraman,
y si fueras mi almohada para saber todos mis pensamientos
y los escribieras con tinta de mi sangre transformados en  poemas,
al  tiempo en que eclipsa la luna,
y mi voz aterriza en tu oído glorioso,
si mis palabras se posaran en tus labios cuando las pronuncias,            
ese sería nuestro beso
y desde aquí sentiría la humedad de tu alma.

Y si vieras la hora violeta
de las seis de la tarde,
 si fueras las nubes de sueños,
nubes de laberintos, nubes infinitas tocando los cielos,
nubes de vapor, nubes de fuego, nubes de tiempo, nubes de lluvia.

Y llegaras con este olor a tierra mojada y me sacaras de mi soledad,
 sujetaras mi mano y me subieras a un caballo,
si tu pecho se acercará a mi espalda y me dieras un beso,
si tomarás las riendas del destino,
y me llevaras muy lejos,
entonces yo sería dichosa,
entonces sabría que es cierto,
que en verdad me amas,
que no me estas mintiendo.

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