miércoles, 22 de enero de 2014

Cuando soy Borrasca

A veces tiembla en mis labios
sombría tristeza contenida
y a mis ojos se asoman
gotas de  agua de mar.

A veces sólo guardo
silencio, cuando hay una
tormenta en mis adentros
y no quiero mojarte
de agua  trémula   y salada.

Para ti he reservado
agua dulce que me conforma
cuando soy río de misterios
frescura de manantial
de tus deseos
 y acudo a tu camino
para saciar la  sed.

Cuando soy tempestad
me bastan tus vientos del sur
que me taren mensajes
de esperanzas utópicas
de promesas plateadas
y palabras aladas de rubí
que siento en mi corazón
latir por ti,  ¡latir por ti!
y me estremeces.

Cuando soy borrasca
 me basta contemplar
tu paisaje  desde la cima
para extraviarme entre
recuerdos y suspiros
para saber que debo plantar
en las llanuras recién quemadas
para enverdecer las colinas
con cedros y  ceibas; entonces
me convierto romántica lluvia.





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