lunes, 7 de octubre de 2013

Quizá

Quizá somos puntos brillantes
en el infinito con descargas
eléctricas que pueden
incendiar el universo.

Quizá soy un erial
abandonado en el bullir
de la noche solitaria,
en el aire frío de recuerdos.

 Quizá tú eres fuego fatuo
que incendia mis noches lóbregas
¡Pero te siento, pero te siento!
aunque no puedo poseerte.

Mi  almohada se llena de fantasías,
mis ojos no necesitan cerrarse
para soñar,  y se cuela por mi ventana
tu perfume etéreo, pero no te tengo.

Y mi edad núbil se desperdicia
en los insomnios que mojan mi calma,
se humedecen mis labios y las palabras
se humedecen los sueños de tanto brío.

Que me he vuelto inmune al frío
pero sabes que puede vencerme el tiempo,
 en la frustración se humedecen mis ojos
 y se humedece mi alma en el silencio.





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