Ven!

Tirada, desnuda y sola

como cuando la luna me vio nacer,

con el pecho pegado a las rodillas

como dormida en forma fetal

ya no tengo el refugio del vientre materno

y sola, tirada al mundo, con esta pena

dura y negra, crezco, sin saber que es la vida

pero temiéndole a la muerte,

flores salpicadas en el suelo

para volver del sueño

 y no sentir un frío purpureo

que invade mi ser por dentro y fuera

sólo te espero,¡Ven, ven amor mío!

que no encuentro alivio desde que te vi la última vez

y aquí me tienes esperando como se espera un milagro

como quien quiere descifrar el misterio de la vida

como quien tirita sin rayos de sol

bajo una sombra sombría

y un viento fiero que sacude el alma

hasta dejar la melancolía al borde de una lágrima,

al borde del silencio,  al borde de un suspiro, por eso ven, a darme algún consuelo

ven a darme un dulce beso!