jueves, 1 de enero de 2015

Fuego Congelado

Mi fuego congelado traspasa las olas marinas, las ondas del tiempo y las horas del viento, 

mi fuego congelado se seca como las hojas del Cerezo en invierno, y las ramas se quiebran como la esperanza de que vengas por mí con tu corazón volcánico, con tu piel morena de fuego, es duro el invierno y su golpe frío que se estampa en mi cara parece una bofetada que me aterriza en una realidad desesperada de soledad desamparada, no sabes cuántas fantasías puede crear un cerebro de fuego congelado, ni cómo puede destruirlas un hondo grito herido de la muerte, mi fuego congelado está cansado de esperarte pero no puede ser más fuego que con tu fuego, pero no puede ser más hielo que con tu hielo, que no puede derretirse más que con tu presencia de fuego, y a falta de tu piel y de tu alma a falta de tu espíritu y de tu cuerpo no puedo más que resignarme a ser un fuego congelado, te espero y veo la lentitud de los segundos y la rapidez de los años que se me han ido con los sueños y he crecido golpe a golpe de tu ausencia, pero ya no puedo más permanecer en un refrigerador de asfalto que sólo he dado 7 meses para que se resuelva esta situación, si estoy loca que me lleven al manicomio, si estoy muerta que de una vez me entierren viva, si no me amas es mejor que ya lo digas, si ha sido un sueño que alguien por favor venga y me despierte, si tú me amas pero no cabemos en este país vámonos juntos pronto muy lejos, si me amas de verdad que harías la revolución por mí que empiecen a temblar los adversarios, pero pronto quiero una respuesta que la peor sentencia que me has dado es el de la incertidumbre y la esperanza de un tal vez y  ya no quiero ser un fuego congelado, quiero ser fuego con tu fuego o de una vez ser hielo con tu hielo.
 




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