Tú no te das
cuenta que me tienes,
que te
pertenece mi voz de poeta,
que te entrego
mi barco con batallas ganadas
para que derroques
a mil piratas.
Tú dejas que
camine sola por las calles
que duerma en
la obscuridad del miedo
que el abrazo
que recibo sea del frío,
que hable y
que conviva con extraños .
Yo he pintado
el mar para que navegues
en él, te doy
en palabras mis aguas marinas,
pero nunca
has tocado mi hombro desnudo,
nunca te has
atrevido a besar mis labios.
Yo he extendido la mano para que me lleves
te he pedido
a grito abierto que me rescates,
que me saques
de aquí, que demandes
a mis
secuestradores de sotana y cuello blanco.
Yo he hecho
huelga de hambre
de año y
medio para que me liberes,
he rechazado
a mis pretendientes,
he vivido
encerrada en un cementerio.
Tú me has
dejado llorando desesperanzada
y he sentido
el escalofrío del abandono,
he escuchado en mis pasos
los
chasquidos de la soledad.
Sin embargo
he seguido cuesta arriba,
a pesar de
que he estado apunto
de llegar a
las llamas de la hoguera
porque mi
pecado es amarte;
Porque soy
mujer que habla en silencio
y voy
tejiendo la Historia con mis versos,
la neblina me
ha bañado de su gélido sollozo
y el viento ha
desgarrado mi capa y mi vestido.
El tiempo y
las espinas han roto mis zapatos
y he
aprendido a caminar descalza
entre la mala
hierba, recibiendo los látigos
que me arroja la gente.
Y sin embargo
he curado con savia mis heridas,
he enjugado mi llanto,
y he aprendido a cantar
un himno que
invoca a la libertad
para que pise
mi tierra y llegue con tus pasos.
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