Duda
de muerte crece en mi pelo
duda
de vida crece en mi uñas
que ya
no muerdo
¿A
dónde habrá ido a parar esa manía?
¿Por cuál
otra habrá sido sustituida?
Ahora
que rasco la ansiedad
en mis
piernas, me pongo a pensar
en que
les conviene mi neurosis,
ahora
que he dejado mi jardín.
¿Qué
nueva costumbre adoptaré?
me queda
el vicio de escribir la vida
de andar
a caballo por la senda
de la
fantasía para visitar tu cuarto.
Aunque
me este prohibido y no sepa
donde
vives ni si tu ventana ve el ocaso,
soy la visita inoportuna y a la hora
que se
me ocurre entro por el umbral.
Comienzo
a susurrarte versos al oído
acaricio
tu pelo hasta relajarte,
poso
mis labios en los tuyos sin besarte
y ya
encendidos los deseos te dejo amarme.
Las
palabra se abrazan, se enlazan y se aman
te cuento
mis batallas y persecuciones sufridas
sacudo
las gotas de mi miedo al aire.
Te reprocho
el abandono con mi imagen
siempre
distante nunca palpable
soy
la sombra de tus sueños
tu
novia secuestrada en la Historia
la
mujer que tienes pero sientes inalcanzable.
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