La Luz del infinito
La tinta palpita en mis venas de sangre,
este amor prohibido es mi
devoción,
la esencia de mis dichas y desdichas me llevaron hacia ti,
y quiero aullar, sisear a la
luna transformarme en lobo, cometer delirios,
tú me dijiste: eres es una flor hermosa que creció en las
tempestades y tu asombro da espacio a la belleza, la voz de una luciérnaga dora el espacio y en tu
lágrima resplandece una soledad de mil lunas,
pero vives atrapada en tu casa de muñecas y por eso giro en torno a ti para revolucionar al mundo,
y yo te respondí: Pesa más mi amor que las riquezas del imperio,
Sólo el contacto pleno de tu
opuesto revela lo verosímil de tu sentir,
la mano agrietada, derrumbe,
también se vuelve ruta: camino,
tú eres el viajero heroico de mis libros que vendrá a rescatarme,
mientras tanto ¡no puedo escuchar las voces que me llaman,
no puedo escuchar las voces que me llaman!
Y me asfixia esta caja de
cristal que con el agua de mi llanto hice un mar para navegar en ti,
mi poesía es fiel reflejo de mi misma,
y lo único que he robado es tu corazón,
Por eso guardé nuestro
secreto en un cofre hasta que se hizo jade digno de salir a revelarlo,
en la séptima vida dirás hágase la luz y te acostarás conmigo,
y me aferraré a tus espaldas
para navegar en el cielo,
porque el sol vive en mí cuando la luna se deshoja,
cuántas lunas y amaneceres nos contáremos en los ojos,
y abrirás para siempre mi mar y para mostrarme la luz del infinito.
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