Veo los árboles por un ventanal
de una sala de museo, tengo en mis manos un libro rojo de pasta dura y luego
leo una revista que trata sobre una familia feliz, son las seis de la tarde, la
hora del ocaso, mi momento favorito del día por los hermosos tonos azules,
rosas, púrpura, amarillo y naranja que se manifiestan en el cielo y por la luz
peculiar del sol que entra por la ventana a iluminar el espacio. Sobre una mesa
hay una foto donde estamos los dos y sonreímos, oigo al aire que al respirar
mueve los objetos, por otro ventanal observo un lago tranquilo, y por el último
se extiende el bosque, a mi espalada se encuentran unas escaleras. Tú te
acercas y me dices –Te amo Sara, y yo te respondo – Te amo Andrés y estoy aquí
contigo para siempre.
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