Somos una quimera, una larga espera de lo que no ha pasado y estoy tan acostumbrada a pender de esta ilusión que soltarme sería
como un suicidio, no llegaste, no sé si llegarás y te espero como quien espera el tren de la libertad, quisiera entender esta situación,
pero
sólo siento un profundo dolor en el pecho, un aullido de lobo
reprimido, estoy herida y sola, hoy a muerto mi esperanza y me
siento
desnuda a la interperie, tal vez no existen los finales felices, tal
vez estoy destinada al fracaso, pero tenía sueños contigo que hoy
se han demolido, y me quedo observando la ruina de mi misma y
tengo la culpa de ser ruina de los demás de los que más quiero, no
he sabido vivir, sólo pensé que había aprendido a sobrevivir, no sé
porque razón te esperaré mañana sin saber que no vendrás, al menos quiero que te despidas de mí, al menos quiero que termines de
romperme el corazón, sería un acto de valentía y yo buscaría un
camino menos feliz pero un camino, creí que al final mi sendero
torcido me conduciría a ti, pero estoy perdida y no sé si podré
encontrarme a mi misma, he perdido mi identidad y tal vez era lo
único que tenía, escribirte era la intención de estar contigo, de
acompañar tu soledad con la mía y no me puedo resignar a los siguientes días de mi vida sin palabras para ti, después de todo Qué soy yo sino palabras? aspiraciones de un futuro justo, anhelo de amarte, de tocarte, de sentirte aunque estés lejos, me dejas al borde del precipicio pero no tengo la valentía de arrojarme, siempre he esperado que me rescates de algo, siempre te elegido a ti cómo mi héroe, hemos tropezado más de una vez y por eso creí que eras mi destino, no tengo más que llanto encarcelado, mis palabras nunca serán
suficientes, estoy rota, muy rota y no sé que hacer con los trozos de mí, podría regalártelos para que me recuerdes porque ahora mi
única ambición es que no me olvides, podría pedirte que arrojaras mis trozos al viento y al mar o que se los arrojarás a un León, siempre te relacioné con el León que custodia las musas de Guanajuato,
por tus piernas fuertes, yo sé que sobrevivirás a mi holocausto porque tienes el alma de guerrero, tengo ganas de morirme ahora, sería lo más fácil, tal vez lo más justo para un final, pero no puedo, he
sido una loca que se ha llevado la salud de su familia por quimeras tontas, de nuevo me encuentro en una encrucijada y no quiero girar a la derecha, estoy tan acostumbrada a caminar por la izquierda a pesar de las grietas de la tierra, de las piedras tortuosas y del fango que que se queda con los zapatos, creí que ese era mi camino y no quiero renunciar a él, quiero caminar descalza hasta encontrarte,
ayúdame a tomar la decisión correcta, si me dices que tú eres la
recompensa a todas las desdichas sabré que voy por la dirección
correcta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario