viernes, 9 de agosto de 2013

De profundas soledades



De profundas soledades
viene mi alma a reprocharte
¿Dónde me ocultas tu rostro?
¿Por qué me privas de tu presencia?

¿Qué hago con el tiempo en que me faltas?
¿Con los lugares ajenos, con las calles sin historias?
¿Con las librerías en las que sólo
encuentro a mis amigos muertos?

Cuando me encuentro en problemas
 y me abruma la penumbra,
la densa melancolía me sofoca
como el vaho de la niebla.

Siento una gran impotencia
tu abrazo del abandono
no me consuelan tus promesas
ni tus colores de fuego.

No me consuela que me dirijas
tus nítidos  pensamientos
si no tengo tus brazos protectores
ni me mojo en tus ojos como soles.


Sumergida entre aguas de ausencia
el frío hiere mi cuerpo
la locura emerge en mi pecho
oigo tu silencio sin clemencia.

Entonces suplico a los Dioses
Invoco a los guerreros invencibles
les ofrezco las llagas de mi amor
para que te salven y te traigan conmigo.











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