jueves, 7 de abril de 2011

Lirios Violetas (Antología)

Cómplice afonía
Amiga del alma, tú me sigues
Como luna fiel, eres la respuesta
De todos mis porqués, eres
Mi verdad, no eres tu mi opuesta.

¿Por qué te temo y de ti me alejo?
 Como mal cordero sin ningún reflejo
Tú sabes mis miedos, también
 mis anhelos, mis tormentas grises.

Tú mi acompañante con quien
Soy yo misma en mi desnudes
Eres voz oculta, mi luz escondida
Auge de razón, sólo mi presencia.

Más tu nombre es vano,
¿Dime? Cómplice afonía
¿Quién te llamó soledad?
 Si lo único que haces es acompañar.


Sombra invisible
Soy los ojos sin pupila
Que son grises con neblina
Una estrella que no brilla,
Soy los sueños destrozados
Soy la voz ya del silencio
De la vida un infierno,
Lo nublado de las nubes
Soy del siglo un instante
De la vida un desierto
Soy el tiempo ya tirado
Y el césped ya podado,
Soy la sombra invisible
Corazón sin valentía
Una moneda sin valía
Soy la espina de una rosa
Una cana ya teñida,
Fui un árbol, hoy papel
Que se halla en la basura.
Soy fracaso y la derrota
Un recuerdo sin canción
Soy la espuma del jabón
Que hoy corre por el caño,
Soy tijeras ya sin filo
Soy un punto y final.



















Tiempo
Quieto y pasmado en una fotografía
Siempre tan puntal e imperturbable
Ni tu semblante, ni tu enredo acabarían
Tu penetrante paso es perdurable.
Niño travieso tendido en luna fría
Tu tenue luz con gusto encendería
Acaricias al sol tornándote famable
No sabes que la herida es incurable.

Adolescente vas corriendo inalcanzable
Que hasta una golondrina a ti te cantaría
Revoloteando con mariposas insaciable
Y en otra vida segura estoy, por ti moría.

Viejo gruñón y a veces tan amable
Envuelto en el invierno como un cable
Quemas los árboles como en sequía
Cruel me desnudas en plena travesía.

Tan tuyo y mío ¿A caso no es envidiable?
Te deja, me deja y eso es irremediable
Lo enfado y la pierdo con una tontería
Lo gano y lo invierto en cualquier librería.

Juega con Abril, ella encantada bailaría
A Mayo le dice mamá, ella por él lloraría
Julio es el milagro más deseable
Va a fiestas con el viernes el más sociable.

Etapa de festín, de hormigas y de lluvia
Así viste de gala el tiempo, para su novia
Más tapiza de hojas marchitas invulnerables
Para un viejo con su edad ya admirable.

Dicen que corres persiguiendo al día
Cual línea pintando la Historia entrañable
Otros dicen que eres cíclico que escondía
A la eternidad que siempre amaría.

Lapso de riqueza malgastada sucumbía
Para empezar la de pobreza que esparcía
Por los ríos de un despojo irrevocable
Y tú no sientes sólo quedas implacable.

Época de virreyes viviste indeseable
Época de ciencia inconsciencia inasible
Vives hoy cual reflejo naciente del día
Y te quedaras pensando que yo existía

Tiempo ¿Olvidaste que contigo yo crecía?
Y me preguntas si me he vuelto insensible
No entiendes que llegar así, yo no quería
Ya queda sombra de un recuerdo impalpable.

¡Y no te atañe ni el ser más miserable!
¡No te toca el abatido grito evocable!
¿No te concierne la niña que se estremecía?
¡Que bajo tu yugo rendida adormecía!

Tu  inmortalidad mundana es entrañable
Más de ti nace el segundo no contable
¡Vivo! En el eco sordo de aquella lejanía
¡Vivo! en el ciego instante de esta cercanía.

En la estación de verano bajo el roble
Ya en estación de tren me despedía
¡He aquí, tú estrofa de ésta vida mía
Vida mía he aquí ésta estrofa inapelable!.




















Noche sombría
Noche sombría, llegó lo que temía
Entre mis dedos su cabello se perdía
Un amor llorando éste mal trecho
Y  me quedo con el desgarrado pecho.

¿Sí fue un fracaso e inútil osadía?
¡Si fue mi vía! no un simple capricho
Y hoy nos separa tan amarga travesía
 No olvidaré tus alas mi acecho.

Más no imploro el trato está hecho
Loca, sin embargo evocaba tu estadía
Aunque eclipsa mi vida no te reprocho
Y en el umbral mi alma entristecía.

Taciturno mi cuerpo yace en tu lecho
En un último instante aún te aprovecho
En la penumbra la soledad se esparcía
Tu bebiéndote lo último de mi existencia.

Palpitaron las segundillas de la iglesia
Campanadas en mi corazón sin clemencia
Doblegando corazones bajo un techo
Desterrando un lazo fiel y el más estrecho.

Larga muerte vacía me amanecía
Un entierro abrigando mi despecho
Sólo mi solemne espíritu envejecía
No tu abrazo, el de la muerte me estrechó.

Duelen las escapulas
En algún lugar de mis aún vivas neuronas
Palpitará tu sombra en el correr de mis años
Inundara tu casta sangre todas mis arterias
Y beberé recuerdos en mis míseros otoños.

Me rasgarán y me pesaran todos los peldaños
Más florecerás, te dormirás en mis entrañas;
En el gris invierno frío resucitarán los daños
Y  te veré, te sentiré hasta en mis pestañas.

Y si ves, de tanto llorar grises mis pupilas
 Sólo es el más puro de los tantos fríos baños;
Aunque ansíe, no te pueden sepultar mis venas
Sigue el palpitar, escrito, recuerdo de antaño.

Mi respirar ya es un ahogo, sí, son aledaños
No tengo alas, quisiera volar, sólo hay omoplatos
En los que descanso, sobre en los que en sueños
Te puedo ver y al despertar duelen las escapulas.

Rosa negra 
¿Quién no ha cortado una rosa negra
 sin que tema qué le hieran las espinas?
¿Quién no ha tenido un roce con un pétalo
 y ha evitado el sentirse un ser amado?

Espinilla que te clavas en la mano
Y en el pecho la espuelilla de ese dardo
El sonrojo de la sangre mal hervida
Lágrima atragantada no acaricias la mejilla.

Miedo cruel que te matizas de violeta
Y no sabes que tu embrollo me atormenta
Me acosa hasta el murmullo del viento
Y es por eso que he vuelto tan violento.

Vuela alma libre y a la vez tan enjaulada
Paga el precio del talento de tu pluma
Que a grito y suspiro sigue goteando
Como esa voz tan escondida va llamando.

Entre laberintos y plazuelas

Veladora blanca que iluminas mi recinto
Es tu tenue luz la que me mantiene erguido
Mi frágil esperanza se derrite con tu cera
Mientras la sombra de una planta se refleja.

Veo como el minuto surge y luego se consume
Como el reguero salpicado en mi espacio sigue
Mis pensamientos corren por veredas retorcidas
Mi soledad vagando entre laberintos y plazuelas.

Y voy andando en ese espacio, donde pesa cada
Leve paso, su imagen lentamente iré borrando
Y ya que se vivir en su memoria, ¡yo, no puedo!
He de matar al castillo construido en mi cabeza.

¡Ay! Mis penas navegando en calles encrucijadas
¡Ay! De ese grito, sumergido, escupido en el silencio
¡Ay! Del recuerdo, del lamento, de la luna que agoniza
¡Ay! Del pecado la osadía que se hincan, pagan recio.

Mi soledad corriendo me persigue por largos pasillos
Mi ilusión ya degollada, se levanta y luego se cansa
El llanto cual aguja se clava en el vaso de sus besos
Y el hilo teje al tiempo entre laberintos y plazuelas.

Ansiedad mundana
Diáfana mi vida se acaba
estruendo calcinado de asfalto
que me cubre con su frío manto
y se esparce invadiendo mi alcoba.

Retumba en mis oídos la sorda
palabra que nació inventada;
estremece cada día el llanto
que pretendo traducir a un canto.

Nítido corazón, alma desangrada
de sangre desalmada y desgarra
día a noche ¡Tanto! que no puedo
respirar el alba, es el sueño crudo.

Ansiedad mundana, tormentoso
miedo, no quiero es beso que dejó
tu eco, tiemblan de mis pupilas
 las gotas y tiritando caen derrotas.

Justo a la fosa
Como Cae una hoja al suelo
Quiero que caigan lacias las pestañas…
Quiero que caigan los párpados de sueño
Como caen los dioses al Olimpo
Quiero que caigan los recuerdos al olvido
Que se desvanezca el tiempo en la almohada
Como cae la luna al cielo, como las gotas de rocío   
Quiero caer rendido, como la lluvia sobre el pino
Como una gota de vino al bendecir la boca
Quiero caer perdido, caer a diario como la hora
Caerme tanto, caerme tonta, pues te he perdido
Quiero caer como resbala un muerto justo a la fosa.




La uña larga del dolor

Dueles noche en el alma inflamada
dueles luz en la niebla de mis ojos
dueles latente y agonizante neurona
dueles en la espalda largo cansancio.

Ardes por sonar sin sanar nariz roja
Y la herida salada de mi amor mentido
ardes irritado silencio que el tímpano irritas
con el tiempo de eterna congoja.

Muero por dolor, tirada, sola y rendida
Y es que hasta duele la lágrima gastada
Espina dorsal vas clavada en mi delirio
Tumulto duro del sucumbir pronunciado.

La uña larga del dolor lentamente rasga
Y matando voz mientras muerdo el alma
Quemas con la realidad frío baño de sudor
Mientras unges mi frente con tu yerto hedor.

Fruto de mi vientre
 No es el tono del papel
No es la tinta embarrada
Es el todo de mi vida
Los charcos de mi sangre
Los nichos de una ausencia
La puerta siempre abierta
Otero secreto de vana oquedad
Estallido abatido y perpetuo
Fruto de inmutable dolor
Franquicia del desquicio
Placer continúo de mi daño
Bloque de hielo atravesando
En el lánguido y erguido pecho
El iracundo grito de condena
Fruto de mi vientre y de mi mal
Es el muso de mi vida
Razón cruel de mi existencia
Es simplemente el poema.

Brutal conjuro
Febril destello aquél que el alma evoca
Frugal dolor de dónde emana el negro llanto
Sutil quejido al buen dolor rezas e invocas
Hay tempestad, incienso, vive el fracaso.

Si a mí dolor me hostigas y maldices
¿Por qué al amarme al corazón flagelas?
¿Por qué me has sentenciado como esposa?
Desde la tumba hasta mi lecho me has seguido.
Esta perpetua condena atañe a mi alma
Esta herida me arroja al sucio charco
Más yo soy fiel a aquél ilícito y brutal conjuro
Y arrojo al viento la silenciosa y letal lágrima.

La soledad  Tirana contante me vigila
¡Y ya no aguanto! Ya no quiero más tenerte
Si no hay para mi amor, si difunta esta las paz
La única solución, el anhelado divorcio es muerte.

La luna mira vacía

Suena, obscura, triste pero apacible la noche llena
La luna mira vacía
Los esqueletos dormidos descansan
Los amantes despiertos enardecidos se cansan.
Es tarde ya, pero no sobra el rezo por el peso en las iglesias
Es temprano en los bares y aún más en los burdeles
Por lo menos la cobija del cielo es de estrellas y luceros
La del niño abandonado es indecente, dura su almohada como su vida
Débil el diario que lo cobija como la suciedad, como la sociedad su hija.








Lágrimas de cementerio

No sé si el tiempo algo afectó
O si aquél viento hechizo arrojó
Si el espacio causó dulce condena
Tan sólo sé que nací con esta pena.

Que a veces busco en buena alma
Y a mi sofocado corazón más hundo
En letal ácido y tiernamente sumerjo.

Reunido, quebrando el ala, pero con  calma
No eres tú ni el dolor, soy yo mi enemigo
No imploro piedad, me gusta mi carga.  

Sepultada mi voz yace en la tierra
En mi alma hay muertos enterrados
Penas, soledad y dolor en mis venas
Escupo y bebo lágrimas de cementerio.



Abrupta delicia
Esta enfermedad que invade es de abrupta delicia
No respeta, sea bacteria, bacilo o virus, es maligno
Se encaja lentamente en las arterias del corazón
Ataca el íntimo escondrijo de cada inocente neurona.

Contrae y expande el alma, enciende y funde el iris
Con ver esa anhelada ventana del alma ¡Se sobrevive!
Esa prohibida y nítida voz derrumba cual tibio desliz
Y el alma doblega ante la cautela de dicha sensatez.

Más por ser en vano, vuelca el alma en cáliz de dolor
Que su cruel gemido va turbando el sueño antes fugitivo
Duelen las cenizas vivas que el maltrato del tifón dejó
Queda el sofocado llanto, letargo, ansiedad y agonía.

Envuelve aquél porte de quién mi amor trata con desdén
La desesperación por su ausencia va tejiendo cicatriz
Y su dolorosa presencia inclina el mirara cobarde y feliz
He de aceptar los síntomas de mi mal que es edén.


Pena desnuda
Que fría, que triste, que inmune me dejas
Respirando del aire lo más tóxico
Bebiendo de la vida lo más próximo
Voy quemando la miel de las abejas.

¡Qué incrédulo el amor se torna!
¿Qué mito es el secreto de la vida?
¿Qué voz es la de Dios que no responde?
¿Vive a caso, todavía un Ser, Hombre?

Me queda la nada siempre desnuda
Desnuda mi alma, mi pena desnuda
Y la voz inmensa palpitante del silencio
Se vierte en la tuya… y vuelves despacio.

Entonces  del buen recuerdo nace el devaneo
Y osar, no puedo, va contra mí, ¡Espíritu vedado!
Entonces soy como la muerta naturaleza
Soy la tierra agrietada por su tristeza.

Me place más
¡He de llorara de luna a luna, de día a día!
Sin lágrimas ni dolores caídos a borbotones,
He de llorara con esta tinta pura y fría,
Con mi fiel pulso entregado a sus pasiones.

¡Me place más obedecer a esta agonía!
Que mi corazón urgentemente va dictando
Me place más y volver resquebrajando
Al tiempo embaucado en mi sutil ironía.

¡He de llorar, llorarle a la melancolía!
Con los rasguños que hacen los dragones
Con este invento duro de rotas canciones
He de llorar tranquila en mi afonía.

¡Me place más, vivir, vivir cuando muriendo!
Cantar al llanto en esta frágil poesía
Me place más esta mi tenue melodía
Que al ir llorando es la voz que va fatigando.

 La mano del obelisco

Cansada de ser hoja seca
Niña ¡Os ruego, os pido!
Viérteme en nueva tierra
Vuélveme feliz flor
Bríndame gotas de equinoccio
Embriágame con tu fervor,
Quiero a las mariposas
Y en sus alas volar
Sacia la sed de amar
Cúrame con tu pasto,
Con tus vivas praderas
Estos pies cansados
Violentados por mala hiedra
Viles y ensangrentados
Agrietados y espinados,
Vísteme con tu canto
¡Piedad niña, Piedad!
Vuélveme blanca rosa
Con sus valientes espinas
Sáname éste delirio
Defiéndeme a espada
Acalla mi gemido,
A canto de golondrina
Mantén mi pecho vivo
Sonriente en tu puerto
Ante el mal victorioso,
Dame jugo de lima
Un ramo de lirios
De acanto una hoja
Sumerge este infierno
Que lo queme el infinito,
Sácame de este limbo
Nadaré cual carpa dorada
Volaré cual media luna
Me meceré en tu cuna
Seré un fiel pez alado
¡Oh gaviota, oh niña primavera!
¡Dame esa tu mano, la mano del obelisco!






Sospecha de un arrebato
Si mi intuición me mintiese
Y reinase mi imaginación solaz
Que de fruto de su caudal
Y huella en su caminar.

Más les  valiera señores
 Contra mí no haber osado
Ni él vértigo los carcomiera
Testigos de su propia condena.

No teman no llego a Sor Juana
Ni ustedes tres Sor Filotea
Más me llegó su razón
Y aquí les va mi carta respuesta.

Quisieron rendirme un reto
Y la oferta como ofrenda
He recibido con gran halago;
Camuflar su opinión ¡Señor!
Pues su cáncer es su amargura
Y lo tomo de quien viene
Ni me hiere, ¡Ni me apura!

Arrojó a mi hijo poema a la mesa,
Omitir quiso la opinión
Pues escrito a mi puño y letra
Le fue de gran indignación.

A un paleógrafo evocó
A la Historia resucito
Para la anhelada traducción
Y comenzó con su revuelta.

¿Qué no le han dicho señor?
Que en todo arte bélico
Se necesita una buena espada
Flexibilidad en el pulso
Música en el corazón
Ardor, seguridad y pasión.

Quémese con su actuación
Payaso de tal función
Químico que mezcló
Plomo, azufre y ácidos ponzoñosos
 Así que “BRILLANTE SEÑOR”
¡No sé queje de la mescolanza
Que su ser explosión provocó!.

No sirve para escribir
Eso, “Talentoso escritor”
Usted a mí me insinúo
Y mi reliquia llevo o intentó
Condenar a casa de empeño.

Aunque sensible mi alma
Siempre se mantiene erguida
Y si de médico sirviese yo
Lo haría de corazón.

Con su compañero Tertulio
Director de un mal clan
Con sus intereses
Me pretendieron enlodar.

Las aguas de los chiqueros
Mezclados con tierra
Hecha de ceniza de los infiernos
¡Jamás a un ave fénix  resucitará!

Podrá engendrar más mendrugos,
Medusa tan depravada
Como su misma madre
Que si al arrastrar sus alas
Las confundió con sus nalgas
Y entró al edén infrahumano.

Con su cabello erizado que emerge
De su egoísta y enferma cabeza
Al igual que sus malévolas ideas
Y con sus ojos carbonados
Huyendo de su pasado
Volvió a la prostitución.

Si por verme cómo góndola
Pequeña indefensa y frágil
Creen que sólo hay soy soma
Y les espanta mi toldo
Que procuro con el aire puro
Y limpio fuerzas para navegar.

En sus largas travesías
También ha sido golpeado
Con las aguas enfurecidas del mar
Ha sido víctima de tifones,
Huracanes decembrinos
Y tiburones alados.

Más de fuerza me ha servido
Mi presente y mi pasado
Y al galope de mi tinta
Con dolor me he persignado
Porque mi tildo también es alado.

Aquellos hombres de barro
Les sirve de poco la jovial piel
Pues se desmoronan
A falta de agua y a sobra de hiel;
Sus barbas y sus cabellos
Encanecidos se volverán a quemar
Con su fugo de dolor
Y su vulgar canal sadomasoquista
Que van vomitando al ladrar
Es que yo escribo a desborde de corazón 
 Y ustedes exceso de adrenalinas
Flemáticas sexuales.

Por costumbre me han desafiado
Con sus alas tan resquebrajadas
¿Qué quién atará sus alas?
¿Cuáles alas?
Las que ustedes han desplomado.

y  ¿Qué ha quedado?
aves rapaces
VIBORAS SARNIENTAS
que al profanar pretenden ¿Paz?
lámanse las heridas beban su sucia sangre
y vuelvan a su edén  infrahumano
que ustedes han creado.

Y no les concedo a mis hijos
no presumirán de ser suyo
cuando no les ha costado
los defiendo a capa y espada
aún si sólo es sospecha de un arrebato.
Mi capa es tan transparente
me cubro con la verdad
y mi espada es mi palabra
la voz de mi corazón.

Porque el amor de una madre cuervo
que al parir a sufrido
y después de hacer el amor con dolor
su rostro ha sonreído al contemplara sus hijos.

Hundirse en el mismo cielo

Me canse de ir alimentando
a mi cansado cerebro de insomnios
y de escasos sueños sin velo
he llorado gota a copas de café
de letras mías y de mis amigos muertos
he pisado espinas, clavos y cementerios
mi alma vacía de llanto, llena de dolor
implora ¡Súplica paz!¡PAZ! no hullas de mí…
si no tengo sustento sólo amargo el aliento
un vuelco enardecido de grito mudo y perpetuo
en éste corazón carcomido,
todo lo pervierte el tiempo
y los cansados caminos que andan bajo el cielo
sobre el hombre hambriento de celos y malos sentimientos
mis pupilas llueven de ver tanto y tanto
quieren decir ¡No es cierto!
quieren escuchar de las golondrinas el canto
y antes de beber llanto bautizarlo con aguas transparentes y puras  
quieren tocar los pétalos sumisos de las amapolas
ya no quieren más respirar el olor a caño o a orines de perro
sólo quieren ver de nuevo valles y después hundirse en el mismo cielo.







Amor enmohecido
Amor  enmohecido, triste, decapitado                                                             
Amor, entumecido, roto, carcomido
Ha, ay amor mío.

Amor tirado a lo más hondo de los mares
Elevado más allá del trono de los altares
No algún juicio sano que entienda                              
Porque no alcanzan un amor
Tan grande como el mío.

Amor herido, ay amor mío
Me has costado estas entrañas roídas                         
Me has costado mil neuronas pérdidas
Y ni el mundo entero en mi contra
Alcanza para matarlo.             

Y arto, arto, harto de llorar
Harto de esperar no se ha cansado
Ni la muerte perpetua alcanzará
Ni el llanto derramado vaciará
Tanto amor tan lastimado
Ni el olvido postergado
Podrá hundirlo y quemarlo.

Muerte dentro
¿Qué pretendo cuando junto al tiempo
 Con el miedo? Y nada surge
Decir que tengo raspada el alma
y la costra desangrada.

¿Qué pena podría ser ésta?
Quererte sin tenerte
Ahogada en el suspiro
Llorar, llorarte un llanto negro
Hacia dentro en mis silencios
En mis  gritos desahuciados
Ignorados, increíbles y temibles.

Muerte dentro, muerte fuera
Enemigos que sobran y virus que
 Propagan una muerte severa.

Son mis días finales y temblando de frío
Me pudro con tristeza y gemido        
Con bacterias y virus
Con sal esparcida en heridas y sesos.
                  

Dime amado
Dime amado ¿Dónde éstas?
Que me muero en realidad
Agoniza el palpitar
Y ya expira mi mirar
Tú escondiste aquél fulgor
Eras tú mi identidad
Barco en popa sin parar
Libro antiguo sin final.


Tiempo que fluyes en mis venas

Tiempo que fluyes en mis venas
Cuyas manecillas son mis penas
Cuenta historias, cuenta días, cuenta, cuenta
Que ya se agota ésta sangre en las arterias
Que se esconde éste silencio en el milenio
Que se me escapa el hálito benigno.

Tiempo que fluyes en mis venas
Cuyas manecillas son mis penas
No me dejes vacía el alma llena de llanto
No me dejes sin resguardo, sin un canto
No me dejes sin amor y sin encanto.

Laguna de mis versos
Heme aquí con las manos llenas de vacío
Vacío que se hunde en el pecho
Me abriga la desolación
En su imagen teñida e incompleta
de mis sueños y desvelos.

La vida me arroja al fuego
Que va bruñendo intensamente
Mi alma descarnada, mi pecho enrojecido
Destilando lava de sufrimiento.
El tiempo me ha arrastrado sin piedad,
No hay clemencia en ésta ausencia
Que me entierra en la laguna de mis versos.

Encuentro ésta vida desabrida
Sin su amor no hay luz ni cordura
Estoy salpicada de palpitante amargura
Y por más disfraz de felicidad que use
Día a día yo despierto desolada
Por tu ausencia he quedado embrutecida.

Purpureo instante

Mi voz sonido hueco de silencio metálico
Eco insólito murmurante de un deseo frustrado.

Languidece la esperanza en la nostalgia
Errante, por mi amor perdido
En éste purpureo instante
En el que cae el día cae la noche
Mi  fe se derrite y evapora mi vida.

Fuiste solsticio que ilumino mi alma
Que embraveció mi espíritu
El ámbar de mis horas
Ambrosía prohibida sueño de luna.

Más ruge el viento
Que ha roto hasta el mínimo intento
 Y eleva su silbido cual caricia de suspiro
Arrancada,  a lucha de callarlo
Y a desastre de abrasarlo
Con la furia de sórdidos tornados.

Tras la huella del misticismo
Un hombre vagabundo
Sobre un caballo ansioso
Por recorrer los senderos de la vida.

Su sombrero de detective
Tras la huella del misticismo
A contra luz ¡oh! sombras.

Protegido por el paraguas
De caballero romántico, enigmático
Usando algún escudo.

De repente el viento se vuelve pólvora
El pensamiento sudor
El sol noche fría de tempestad
Los aullidos de perro
Como recuerdos aglutinados
Va el joven aventurero de la verdad
Con historia y sabiduría
Que sólo contaría un abuelo.

Relámpagos furtivos

¿A do tu paso camina con prisa?
¿En qué alma lejana tu voz aterriza?
Se esparcen palabras y nuevos sucesos
Mientras me enredo en pensamientos espesos.

¿A dónde tu mirad se dirige acariciante?
Con lunas plateadas y sol resplandeciente
Mientras turbo mis ansias con sueños
Y asombros, de reflejos vanos, vanos devaneos
De relámpagos furtivos.

¿Por quién se hunden y saltan tus latidos?
¿A quién brindas terneza con nula altivez?
Con ritmo profano bailando otra vez
Cuando yo postrada te venero mi astro
En sutil devaneo, inútil esperanza.

Quimera errante
Estoy como muerta
A veces me llagan chispazos de vida
Pero sólo a veces
Mis ilusiones frustradas
Están tristes y tiradas
Por buscar y encontrar nada.

Quimera errante
Vez mis trozos de ilusión flotando
No hay peor delirio que la esperanza
Ya no quiero ser tan buena y mansa.

Quiero tomar fuerzas y dar mil bofetadas
A ese mundo que ha atrasado mis pasos
Que me ha puesto trampas y me ha denigrado.

Quimera errante
Estoy como muerta
Cansada de gritar, llorar y callar
Y eso cambia nada.
Todo sigue igual, mi alma débil
Débil tras cada batalla y las que me faltan.
Y no encuentro ruta, sendero o vereda
Para salir huyendo y navegar muy lejos
Por lagunas doradas y noches plateadas.

Llegar a una tierra donde sólo haya plantas
Árboles de hojas desbordantes
Troncos retorcidos y fuertes, fuertes
¡Sólo muy fuertes!

Encontrar tantas aves de colores escandalosos
Y despertar con los ojos brillantes
como soles enamorados.

Quimera errante
Estoy como muerta
Y sólo quiero perderme en las aguas
Como me pierdo en cantos y olvidarme de llantos
Que han inundado de la tierra su manto
Que han inundado de penas mi alma
Que me han inundado de palabras certeras.
Astros vivos
En las reclinadas veredas abundan las piedras
Unos tropiezan ahogándose con las mareas
Otros se cansan en sus pies pulsan los clavos.
A trote y bajo tropel andan subyugados
El niño errante, el mancebo ardiente
Un viejo enfermo y la madre muerte
Y sobre la espalda el bulto de sus pasos.

Unos a su sepulcro van enredados
Embriagados en vicios hacen sus precipicios
Ante el  golpe de la vida
Quedan inertes
Brindando a otros furias y tempestades.

¿Quién no ha ido con la ilusión a galope?
¿Quién no ha apostado su presente y su pasado?
Sin que a su sueño hayan sofocado
 Dejándole torpe el sentimiento
Nulo el deseo ahora amputado
Y ha regresado con el alma débil
Y altivos miedos
Porque sus valles se han tornado desiertos
 Y no hay murallas de fervor
Sólo hay escombros.

Así, frustrados arrojan piedras
De luto visten con sus pasos los callejones
La niebla evapora el llanto de sus palabras
Disparan como aguafiestas con aguijones
Y siembran veneno en ajenas verdes praderas.

Pero el que valiente va aún sin hermanos
Quien vuela sobre las bocanadas de las mareas
Dejan en cada sitio su bandera
Y heredan brillo de los antiguos, hoy astros vivos.


Universo  Abismal
¿En qué universo abismal del precipicio te me pierdes?
¿A do tu paso firme camina?
¿A do tu voz tranquila se posa?
¿A do tu pecho labra ilusiones?
¿A do tu música enciende pasiones?

Miradme pues sentada en la aurora
De la melancolía, abandonada,
Sola e incomprendida.

Que no te enfade el murmullo
De mi poesía
¿Dónde acorazada reliquia fuiste enterrada?
¿Dónde aquél mapa celoso te guarda?
¿Qué faro me guía a tus soles?
Mientras mi vida casi tendida
Amenazada, perseguida, acorralada
A tientas te busca
A gritos te habla.

Y  tu fulminante sonrisa
¿Qué horizontes destella?
¿Qué  reliquia guardará ésta historia?
A dolor que causa el bien amado
¿A qué infinito se fugó mi estrella?

La cocina ahumada

La cocina ahumada del ya muerto abuelo
Hoy cansada, callada y vivos recuerdos
Un espejo largo y en el tu reflejo
Puertas azules resguardando al tiempo.

Aquella mesa lisa donde hubo comidas
Reuniones en familia y fiestas pérdidas
Un vestido rojo, negros los caireles
Tres años cumplidos por eso pasteles.

Había una promesa sin explicación
Cuando cumpla tres pequeños años
He de llorar yo, entre cantos y risas
Entre globos y juegos prorrumpió la niña.

Y su largo llanto sobres sus rojas mejillas
Sin razón alguna, dicha promesa cumplía
Más de esos recuerdos ni un rizo quedó
Es lacio el cabello de hoy.

Recuerdo otro día, agua aquí no había
Mi madre sedienta un trago quería
Arribó montaña dirigiosé  al arroyo
De aguas cristalinas entre las canteras.

Nos dejó a su hija de unos ocho meses
Su carita blanca y su cabello negro
Sus ojitos verdes llanto vertían
Y para calmarla la llevé a mis brazos.

Sentadita en la cama ya de siete años
Me caí con ella ¡oh! golpe me di.
Provoqué un susto a mi gran hermano
Ella sollozó un poco
 pero a mi favor nada le pasó.

Aquí pasé la más linda de las navidades
Nuestras ilusiones todas se encendían
Derrochadas en luces de véngala
Y florecía en el cielo negro las estrellas
Amalgamas de felicidad, que han evaporado.
Ahora sólo quedan las paredes grises.

¿Dónde los venados? ¿Dónde los encantos?
¿Dónde está el abuelo de los ojos grises?
¿Dónde ésta la abuela, viva en sus bordados
 y en sus recuerdos desbaratados?

¿Dónde mi perro primero?
Ese mi regalo, en aquella noche estático y blanco
Con sus ojos fijos y todo su encanto
¿Dónde los ladridos?
¿Dónde los regalos?
Ya ha quedado nada de la casa firme
Fría la cantera, la cocina ahumada
Y está nieta sola enamorada.






Amado, mi bien amado
Algo a mi me falta
Ya he perdido el sol
Ni la arena blanca y blanda
Ni los recuerdos de amor
Me hacen sentir hoy mejor.

Amado mi bien amado
Amarga es la fantasía
Tuve un sueño y te busca
Acordándome que un día
Un dardo cruzó mi pecho
Tu nombre el contenía.
Ni la primavera
O azulada estrella
Ni los viñedos dorados
Ni todo lo que he soñado
Me hace sentir hoy mejor.

Amado mi bien amado
Amarga es la fantasía
Tuve un sueño y te buscaba
Acordándome que un día

La luna encendió mi pecho
Algo bueno acontecía
Verso eterno, luz sombría
Te perdí por cobardía.

Hoy rota mi fantasía
Quebrada mi valentía
Aún te busco y no te encuentro
Para el final de éste cuento, ¡hooo!       











Te se profundo
Te sé profundo
Te sé inmenso como el mar
Te sé lejano, resplandeciente
Cuando anidas en el crepúsculo naciente.
                                               
Te sé sublime, de pecho firme
Néctar de un sueño que, nunca, nunca
Se me esfumó.
¡Tu voz, armónica caricia!
Sinfónica delicia de altiva sensatez
Al pronunciar mi nombre
Pasión ardiente palpitando
En notas vivientes de un saxofón.

Se de éste violento amor a galopado
Que en nuestros pechos enardecía
Y hoy separados retumban
En el silencio de la melancolía.

Saberte tanto, saberte mío
 ¡Que amor tan grande!
Que ha armado un lío
No llores ahora amado mío.

Más podré navegar en el viento

Más podré navegar en el viento,
En susurros ahogados al mar
Llegaré al abismo profundo
Que sin tregua nos ha hecho llorar.

Sembraré el misterio desnudo
Que sin duda te hará suspirar
Sentirás en la lluvia mis versos
Suspendidos en la imaginación.


Volarás en mis alas a un tiempo
Que sembrando en el mundo mi amor
Manantial que ha brotado cual fruto
De los planes inmensos de Dios.

Y si ajena la muerte susurra
A tu oído que me he ido, amor,
No te hundas, ve y toma el timón
Me sabrás a tu lado cual hado
Aunque el tifón cambie  tu barca de dirección.

Que mis olas guiarán tu camino
Aquí viva, viva yo estoy.

Cuando veas la luna naciente
Y asomado a tu alcoba el sol
Cuando enciendas las velas de tu alma
Y en estrellas la gran ilusión.

En la fuerza del tronco de un fresno
En su hojarasca o algún cedro limón
En arenas rojizas y grises, en las blancas
Y rocas al son de los aires de invierno
Inventando una nueva canción.

En la tinta verde gotea mi alma
Y sabrás que por ti sólo soy
Un   abeto, un rugido perpetuo
Y la espuma serena del mar
Palpitante agonía brillando
En la magia armónica de pasión.

Que te amo con locura de un cuento
Y de versos que no escrito, amor,
 Al oler la frescura del tiempo
De Julio, Septiembre o Abril.

Es mi alma que acaricia tu pelo
Y que en tu pecho se quiere dormir
Ven amado y léeme un verso
Y no llores, no llores por mí.

Que mi alma es sólo contigo
Y no me alejo ni un segundo de ti.






Adversidad serena
Desde mi adversidad serena
Que me cubre con el manto negro
De la noche llena.

Quiero decirte con la vida a cuestas
Con la muerte encima
Y el silencio a expensas.

Que no estoy anestesiada en el nirvana
Pasa la podredumbre de la multitud
Sobre mí y ya no hay hastío
Sino una esperanza delirante
Sumergida en un estanque
Enmarañado de ramas verdes.

He dado vueltas en el laberinto
De túneles sin encontrar una antorcha
 Tal vez me hizo falta la bravura de las olas
La obediencia insensata a mi  intuición descarrilada
Prenderle fuego a mis palabras habladas.

Pero el lamento quebrado no repara
Ni heridas, historias y vidas
Ni me salva del trecho recorrido a destiempo.



Desde mi finitud serena

Parlando desde mi finitud serena
Que se me evapora la vida
Mi soledad es perpetua
En ésta muerte sin muerte.

Hay tanto que no supe dar
y aunque quisiera regalar
Más allá una inmensa pena
Y quemar la melancolía
con el fuego de lunada serena.

Me siento con las manos vacías
Con el alma agrietada
Y un coraje impotente.

Si fuera soberbia haría éstas preguntas
¿Por qué han matado a un genio?
¿Cuántos de ellos se pueden contar
En tantos milenios y espacios?
¿Cuántos de ellos sobresalen?
¿Cuánto gozamos de las obras
De estas almas incautas y sensibles?

Si fuera católica diría
Vos que hablas de Dios todo el día
A tantos y tanto que hasta te crees santo.
¿Crees que Dios te dio el poder
Para matar a alguien de SIDA?
De tratar a una persona como banco
de bacterias y virus letales.

¿Usted se irá al cielo o se irá conmigo?
A dónde me decretó, en dónde el gusano
Nos comerá la carne y el fuego
Bruñirá el alma de un ser ¿humano?
.
Como ciudadano arguyo
¿Qué pantalones puede tener el títere
Usurpador en turno?
Si tiembla de miedo ante el amor
 de un estudiante de historia
y una de literatura.

¿Por qué ha invertido millones? 
En computadoras, laptops,
Celulares y autos
En pisos de mármol
Cámaras exportadas
En viajes y disfraces para
Maquillar a una puta.

¿Por qué me ha perseguido
Amenazado y custodiado
Durante cuatro años?

¿Quién lo incitó a martirizarme?
¿Lo hicieron un año antes
De despojar a quién ganó?

¿Pretende impulsar la educación
Pagando a catedráticos
Rufianes delincuentes
Para torturarme psicológicamente
Robar mi trabajo y publicarlos
A nombre de impostores?
¿A caso se compadece de su intelecto
Tan mediocre que utilizan para
Destruir porque es como el suyo?

¡A que empleo tan noble!
Y corazón tan pobre el sentirse soñados
por las 4 x 4 y ofertas  de futuros diputados
a cambio de ésta vida mía.

¿Qué estudiantes privilegiados
 Pueden estar en dos
O tres escuelas al mismo tiempo?
¿Cómo es que están a punto
 de terminar una licenciatura?
¿Si acaban de terminar la preoperatoria?
¿Pretende nombrar estudiantes
A los malhechores que usted ha forjado?

¿Los qué tienen talento y no tienen
Dinero deben quedarse ignorantes
Para servirles a mantenidos como
Usted mal viviente?

¿Por qué se ha aliado con la Iglesia?
¿Quién le dio consejos medievales?
¿Cuántos inocentes  han corrido
 Con la tortura de un psicópata
 Y  malhechores con corona?

¿Cómo apoya al sector salud?
Aliándose con “doctores y químicos”
Sin ética profesional para asesinar
A quien estorbe su empresa tirana?

¿Por qué tantos militares?
¿Necesita que lo resguarden
De los pensadores liberales?
¿Qué pretende con su autocracia
Sangrienta?
¿Ser reconocido como un porfirista
Paranoico? ¿Manipular el pensamiento
De la gente imitando a Hitler?
O ¿Le teme a que la gente
Le pregunte porque miente?
¿Libertad en México en siglo XXI?
¿Esclavitud en México siglo XXI?
¿Paz a “garrote, pistola y puñal?

¿Cómo es que atreve a creer
Qué es un guerrero  jaguar
y hacerle pensar
Eso a sus lame culos?

¿Considera guerreros jaguar
A la mafia que ha esparcido para acabar
Con el amor de un historiador y la vida
De una escritora sin título
Con una dosis de SIDA, enfisema pulmonar
Tifus y diabetes, sin conciencia
que puede contagiar a una familia?

Por si eso no bastará, (ni la puta vestida
 Pirateando mis gestos, mis gustos,
Trabajos) se meten a grabar
A mi casa y ya usada me corren
Difaman mi nombre como si a mi gustarán
Esos dientes podridos o sus carnes
Gordas y viejas y esos dientes podridos
Tanto como su espíritu.

¿Cómo si yo vendiera mi alma,
 mi cuerpo, mi intelecto
a los excesos mundanos?
¿O a su mismo diablo?

Más  mi oficio es de poeta
Y mi especie es ser humano
De ésta manera interrogo:


¿Creen que tantos delitos quedarán impunes?
¿Cómo pueden conciliar el sueño
Si son unos asesinos y de la peor calaña?
Ustedes que presumen de valores
Consideran que sus embustes
Difamaciones, teatros y crímenes?
Los hacen más importantes?

Podrán llenar sus bolsillos
Mientras ensucian mi nombre
Y también ensuciar su vida
Podrán matar a mi familia
Mientras las suyas se llenan de joyas
Pero vivirán en la cárcel de sus actos.

Pronto he de irme de éste mundo
Voy a descansar de su mísera
¿Humanidad? Y ustedes
Se quedarán aquí a pagar con creces
Sus torpes maniobras y negocios sucios.


Lo siento por sus pobres hijos
Que sufrirán por sus insensatos padres
Aunque me hayan robado el derecho
de ser madre, de tener a un hombre
 y de la vida mía así como la de mi familia.

Se me antoja
Se me antoja
El olor a tierra mojada
Cual brisa exagerada
Cual lluvia no animada.

La serenidad de una tarde
 con sabor a café.
Se me atojan las notas de una canción
En tu voz, un poema leído en tu voz,
Un discurso, pensamiento 
O charla dominguera
Emergida de tu excelsa alma.

Se me antoja tu brazo en mis hombros
Abrigando mi espíritu resfriado
Tus pupilas sumergidas en las mías
Un silencio largo y compartido
Andar entre laberintos de jardines
Y veredas sólo eso y  saxofones.

Hasta sería un milagro
Que nos sentáramos a llorarnos
A besarnos las caras y a perdonarnos.

Todo lo tiñe la sombra

De repente todo lo tiñe la sombra
Una vida ensombrecida
Una muerte ensombrecida
Un delirio prolongado.

Me duele saber éste cuerpo enfermo
Y las llagas del alma abiertas
Por la noche, ¿Culpar a la noche?

Me duele mi espíritu
Pisoteado, arrastrado
Atropellado y denigrado
Por eso aguerrido.

Me duele verter éstas palabras
Y no unos fulgentes o colores marinos
Felices, o al menos tranquilas.

Pero más me duele
Éste amor condenado al celibato
Cuando fue sin ser una pasión de arrebato
Amor carnal, intelectual y espiritual.

Me más me duele sentir esa
“Me a culpa, me a culpa mía”
Haber destrozado a mis seres amados
con mis impulsos alados
y la impaciencia dormida.







La dama del sombrero

Eres la dama del sombrero
Que llenó mi vida de historias
Fantasías y versos.
La que me dio un apretón de manos
Para fortalecer mi voz.
La que encendió la esperanza
De mi alma con sus girasoles
Arrojados a los mares verde-azul.
Por cantar al alba para aliviar
Los males y despertar  la vida.
Por endulzar el café y mis tristezas
Por tenerte como madre
¡Dios! Infinitas gracias.







Lirios violetas
He remado bajo tormentas
De aguas congeladas
Para buscar tu misteriosa huella.

He cabalgado por veredas, montañas,
 Valles desiertos, bosques decembrinos
Y tundras con filosos hielos.

Más florecen los lirios violetas
Frutos de un amor que no te encuentra.

He recorrido laberintos
Callejones encantados
Dónde hay brujas
(Disfrazadas de vecinas tuyas)
 y pócimas letales.

Me he adentrado
A castillos encantados
Rompiendo sus candados
Esquivando dragones
Guardias y arpías.

Más florecen los lirios violetas
Frutos de un amor que no te encuentra.

Envié tórtolas mensajeras
Hice del quetzal un Tótem 
Y guarde su libertad en mi pecho
En su canto mis versos
En su plumaje un gran hecho.

Más florecen los lirios violetas
Frutos de un amor que no te encuentra.

Preparé un carruaje
Me escapé de madrugada
Bajo tropel con el corazón alborotado
Me guíe por luciérnagas
Entre desiertos y pueblos fantasmas
Entre espejismos y realidades.

Pero encadenaron mis alas
Mis pies y mis manos
Me vendaron los ojos
Me taparon la boca.

Llegó el quetzal y me quito la venda
Pude ver la realidad a quema ropa,
Se encendió la furia de mi pecho
Se embraveció mi espíritu
Conjuré a los ángeles
Blasfemé  contra los hombres
Que engordan sus estómagos y sus bolsillos
Que estaban a reventar.

Y se hizo el trueno, el rayo, la lluvia.

Más florecen los lirios violetas                             
Frutos de un amor que no te encuentra.




Ofrenda de amor

Me llega el olor a frescura del los cipreses
Nacida de la oleada de los vientos decembrinos
 Y el recuerdo de la última vez que nos  vimos
Siempre soñando que habrá un después.
Una brisa tenue y discreta
Como los pasos una juventud
Despierta, enamorada y sana.

Las luces artificiales de la noche
Tiñen las mariposas violetas del plungamo
La camelina desbordante
Los robustos tulipanes florecientes
Desafiando, heladas y lluvias arremolinadas.

La víspera de la navidad
Se propaga en aromas y sabores
Picantes y dulces en las cocinas
Y hay entusiasmo en todos hogares.

Pero Dios, no alcanzó a disfrutar
de la dicha de la lluvia o de la vida
me atraganto las palabras
y hasta la felicidad del alba.

Aprieto mis llantos
Evoco a mi fuerza delirante
Hay gran coraje sembrado
Aquí en mí desolado pecho.

Y apenas queda una luz ardiente
 Una tristeza con desdén
Una impotencia delirante
Una esperanza postergada
Un miedo escalofriante
Un futuro incierto,
Más incierto que nunca
Tambaleando mí ser a la deriva.

Estoy sepultada en cuerpo marchito
Y  el caudal de mis sueños
No me cabe ni en los sesos
Mi sangre es peligrosa
Y me mata, me mata, me mata
La virginidad guardada
que hoy  sirve de nada.


Y mi pasión de luto
En el sepulcro de mis versos
Se pudre, se enciende, brilla
Y se apaga, muere viviendo
En sorbos de agonía.

Oh Cristo
Cuánta miseria, cuánto dolor
Cuánto llanto en tu sangre
Derramada por amor.

Me dueles en las llagas de mi vida
Me dueles en los ojos irritados
Por  el manantial de llantos
Emanado por la discordia
Y el materialismo asesino.

Mira tu pueblo pobre
Vendido como una puta
Por una monedas de oro
Y van besando mis mejillas
Apuñalando mi vida.

Pobre México, mío
¿Cuánta salud rebosando
En las mejillas encendidas
Y se escurre en los dedos
De la muerte provocada
Por sus infames gobiernos.

¿Cuántos cerebros exprimidos
Pudieron hacer algo por tu pueblo?
Y ahora secos, cansados, rotos
Están deprimidos, bebiéndose
Decepciones del jugo agrio de los ojos.

¿Cuánta pobreza habitada
En tantos millones de hogares
Unos  cuantos pesos para la semana
¿Cuántos niños con un trunco futuro?
¿Cuántos hombres con el peso
De diez o más vidas sobre sus hombros?

Otros arriba pisoteando al gusto
A manos llenas para conservar
La silla imperial déspota
Asesina y descarada.

En nuestra cara se burlan
Despilfarrando el trabajo ajeno
En putas, hammers,  armas biológicas.
Tecnología de punta para dañar
Al prójimo que hable de las verdades
Matando alamas inocentes
Vendiendo el petróleo del  pueblo,
Inventándose chupacabras
Influenzas porcinas y humanas.


Cristo,
Padre de los mártires
 no de aquella iglesia
Que se llena de honores
 De sillas de oro barroco
 Pues controla el pensamiento
De pobres, ricos y clase media
Para hacerle favores
Y lamerles el culo
A los gobiernos actores
Y autores de una blasfemia
Fariseos poseídos
Por las tentaciones del demonio
Dándose golpes de pecho
O parlando oraciones
Aún sin creer en ti.

Cuánto daño causan a las naciones
Cavando cerebros metiendo
Ideas por ser  de Dios “elegidos”.

Cuando a todos no elegiste
Con tu prodigioso amor
Para gozar de las libertades
Y maravillas que creaste.

Justiciero, loco enamorado
¿Tu justicia han burlado
Usándola contra los humanos?
Machacando a los cerebros
A los corazones oprimiendo.

Cárcel de las almas
Entierro de los afligidos
Consoladora de los burgueses
  Y gobernantes asesinos.

Refugio de los políticos
Condena de la libertad
Obediencia para los inocentes
Ingenuos castrados de ingenio.

Pobreza de la humanidad
 Ley universal convencional.
Dirigentes  de las masas
Cuartel de las conciencias
Esclavitud de las almas en pena.

Y por si algunos creyesen
Que yo a tu madre ofendiese
Creo en María sagrada
Porque sé que de una gran dama
Un gran hombre creciese.

Independízanos, ídolo de mi gente
Libertador de las almas
Amor castigado y desgarrado                                                                         
Ofrenda de amor lastimado
Sabiduría profunda y perpetúa
Ejemplo de humildad y pasión
Escucha de la humanidad su oración.








“Si pudiera cambiar todas las palabras
 Que he escrito por  estar a tu lado lo haría”
El sol
 ¡Ay! Julián
Julián de mi vida
Cuánto me duele dejarte así
No puedo, ni quiero
Despedirme de ti.

Hemos  cosechado lirios violetas
 Embarcados en sueños plateados
Fuimos juzgados por nuestro soberbio amor
Más ¡No hay soberbia en el amor! 
Más bien es un milagro que no han experimentado.

Turbulentas infamias acosaron
Nuestros caminos, para alejarnos
Y ni el Atlántico pudo desafiarnos.

Embrujos, pócimas, maldiciones e injurias
Presidentes y vicarios aleados
Para la inquisición clandestina
Y millones de almas pérdidas
Para que yo perdiera la vida.

Te dejo la aurora naciente
El crepúsculo tiñendo
El aura de las nubes y la luna
Encendida palpitando entre los bosques
Ahogada en las lagunas, allí y nomás me busques.

Un  sollozo enternecido,
 el aire suplicante será mi voz.
Una lluvia amotinada de recuerdos
Será mi fría pasión.

Te dejo un beso fresco y dulce
En los labios escarlata de la sandía.
Y para poder verte, amor,  recuerda
Recuerda que apagarte no puedes
Porque tú, tú eres el sol.


Me soñé
Me soñé plena
Como cuando un regocijo
Provoca un cosquilleo y nace la risa
Estaba flotando en una isla
Cerca de una palmera
Entre aguas cristalinas
Verdeazuladas en un arrecife
Carpas doradas, peces luna
Deslizándose entre anemonas
 Y estrellas  marinas
Escabulléndose,  privándonos
De su mágica presencia.

Octavio Basaldua Perez
Imperturbable
Columpiarse en la palmera
Ver caer al cielo entre el verdor de las ramas
Y extasiar la mirada en espectaculares apariciones
De criaturas resplandecientes.

 Pero desperté y mis brazos eran débiles:
¿Por qué cuando uno está  sano
No contempla a su cuerpo como a un milagro
Divino, como una maravilla viviente
Como una fortaleza dónde se anida el alma?.

¿Y la sangre?
El fluir de la vida
Esparcido entre el ramaje
De las celosas venas.

¿Y el cerebro?
Cofre del genio
Para crear arte enigmática
Que aviva cada fibra del ser
Navegando entre paraísos reales
Exaltando lo sublime de cada recoveco del alma.

El cuerpo entero
Es universo de amor
Fin único y máximo de la vida
Fin último de la creación
Misión por la que el creador
Confabuló a nuestro favor.


En una borrasca
(Inspirada en “Cumbres Borrascosas”)
Nuestro amor nació en una borrasca
 Los pasos del alma tocaron la cumbre
 De repente la cruel emboscada
Y en las tinieblas me quedé sin lumbre
Tanteando entre quimera y certeza
Me perdía entre páramos y la maleza.

La duda menguó nuestros sueños
 Y llegó el invierno del destierro
Dejándote con el alma desgarrada
Huyendo con la mía derrumbada.

Deambulando en horizontes extraños
Añorando el albor de tus ojos
El fulgor de  tu eminente sonrisa
Y tu cabello deleitándose con la briza.

Mis pies caminaron sin  tregua
Mis alas estaban desgarradas
Busqué tu sendero escondido
Con aladas y sobrias palabras
 Que cruzaron impávidas el Atlántico.

Tu  travesía me dejó muda
La vida fatigada con desencanto
En sueños te busqué desesperada
 Vertiendo torrentes de llanto
Y un frío para mi alma desnuda
Despertaba y nacía el sobresalto.

 Estabas en la Historia encarnecida
En cada saxofón que veía
En cada libro que leía
Y mi alma por ti enardecida.

Los ataques psicológicos
De profesores psicóticos
Y pregones de sacerdotes
Ateos, asesinos y fariseos
Me apalearon los dones.

 Así fue que huí  de Querétaro
Los paparazis comenzaron
Grabando la segunda derrota
 Y me quedé cual terracota.

Comenzaron mis cursos de inglés
Prometí mejor sensatez
Al crepúsculo empezaban
Y caída la noche terminaban.

Y otra amenaza surgió
Del sacerdote Mario
“Cualquiera la mataría
Por que amenaza
Las próximas elecciones”


 Veredicto me otorgó
Tanto poder a mí me dio
Y contra mi vida se lanzó.

Apagaban las luces del pueblo
Y un hombre gordo de iglesia
Mi mano fuerte sujetó
Me zafé  y corrí cual competencia.

En cada esquina se postraban
Hombres de aspecto infame
Me vigilaban constante
Y aterrada mi alma lloraba.

Ahora si me van a matar
Y un disfraz me iba a equipar
 Gafas gorra y pantalón de hombre
Un camino distinto abordé.

Al llegar  un lugar distante
Rápidamente me cambié
Artes y bolsa disimulé
Y llegué a las calles vecinas
Preparándome hacia la cocina.

Había un tipo de mi clase
Que iba a coquetearme
Con aire machista y petulante
Que dejó su camioneta de campo
Por un auto de último instante.

Yo con él, no jamás me iré
Es mejor confiar en mis pies
¿Qué artificio  maligno
Habían hecho contra mí?
Que siempre se formaba tras de mí.

Cuando mis nervios al fin se tensaron
Y mis labios por fin explotaron
Y por tercera vez me rendí
Unos cuantos meses pasaron.
Y a la Normal superior
Me mandaron
Ésta cerca y mejor que nada
Además iras por las mañanas.

Julio 14 de 2008 el examen presenté
A la ciudad hundida con mi hermana arribé
Con el alma alebrestada con el miedo aprisionada
Con el ansia de mi amado alborotada
Su cumpleaños y el ausente festejaban
Y yo en hotel frente a la parada.

Mi rival llegó tarde al examen
Toda artimaña yo ignoré
Y me puse triste cuando quedé
Mi padre estaba contento.

Requisitos y pagos a un tiempo
Presión y buscar documentos
El tipo de sangre no lo encontré
En el laboratorio el 12 de agosto
La muerte  en Zaragoza, allí acerté.

Estaba nerviosa sin saber ¿Por qué?
En mi futuro largo tiempo pensé
Ahora una maestra y no querer
El espíritu de mi impaciencia
Avanzó mis pies hacia una caceta.

-Mamá hay mucha gente
¿Regreso mañana?
-ya estas allí, espera.
¿Por qué no huí de allí
Ese día? ¿Por qué?
¿Por qué? ¿Por qué?

La química fue a dónde la enfermera
A Emma la maestra por la calle pasó
Subió su esposo abogado
La muerte vestida de blanco me llamó.

O que turno de muerte esperaba
Un pinchazo en el pulgar  y adiós
Yo estúpida aleje la mirada
De la herida que iban a hacerme.

¿Cómo podría pensar
Que tanto miedo había de provocar?
¿Cómo podría pensar en serio
Me querían matar?

Si me coqueteaban tipos
Interés económico han de tener.
Piensan que por un local
No hay deudas, o dejarme
Panzona querrán para
Frustrar mi carrera ¿será?

Asesinos en la vida real
Perseguirme durante dos años
Para ese final ¿Quién iba a pensar?

Septiembre 16 esa no llegó
Mientras festejaba
Mi corazón se infarto
Sin motivo, sospecha
Algo presintió.

Fue hasta Octubre
Temporada de cervantino
Salíamos temprano.

Y la changa cambió
Me miraba con odio profano
Se acercaba y buscaba algo en mí
O llegaba tan contenta y se arreglaba
Antes de salir.

Llegó con una chamarra varonil
El director al fin se presentó
Le aplaudieron su perseverancia
Sueldo y hasta diputado llegó.

Unos celos encendieron  mi alma
Al saber correspondido amor                                                    
Y ahora estar desterrada de ese corazón.

La crisis estaba cada vez peor
La tienda hipotecada
Y deudas al por mayor
Mi padre se fue a buscar
Un futuro mejor.

Con el  llanto atragantado
Y la noticia de sopetón
Que desgracia sentía yo.








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