Julián mío, como la noche de invierno
como la luna que llega a contarme
historias
mientras la abraza el aura de tus sueños
a ti, sin miedos te entrego mis deseos.
Julián mío, como el Río Independencia
como la tinta del tiempo en que te
revelo
mi vida y muerte, mis pasiones y delirios
a ti, sin sombras te entrego mi vuelo.
Julián mío, como el último abrazo
como la sinfonía 40 de Mozart
como mis batallas perdidas y ganadas
a ti, sin duda te entrego mi cielo.
Julián mío, como el último verso
como tu música del saxofón
como la delicia de tu voz
a ti, sin ecos te entrego mi tierra.
Julián mío, como será nuestro beso
como será la dicha a tu lado
como la humedad de tus labios
como la furia estival de tu pecho
a ti, sin recelo te entrego mis aguas.
Julián mío, como la guitarra de la Historia
como las arpas del aire, como la flauta
mágica
como el rumor de tu anhelo
a ti, sin turbación te entrego el
viento.
Julián mío, como el sol encendido
como el ferviente deseo que
emana de mi pecho
a ti, sin frío te entrego mi fuego.
Pero ven antes de que se asome el ojo
de la temida muerte, antes que mis
huesos
Se conviertan en pólvora,
antes de que se diluya el tiempo
antes de que el velo negro me aparte de
ti.
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