Sobre “LA HORA” de Juana Ibarbourou
Febrero 2 de
2016
En el Uruguay de los 30´s Juana Ibarbourou
conquistó a sus lectores pero ya escribía desde los 20´s, a pesar de que en su
época para una mujer era difícil ser intelectual y poeta ella logra posicionarse
con su voz lírica y se manifiesta como una mujer segura de sí misma porque se
sabe dotada de inteligencia y hermosura, si bien en ese entonces el tema del
sexo era un tabú, ella es una transgresora porque con su poesía aborda la
sensualidad, la sexualidad, la postura de una mujer con iniciativa en el amor y
es muy elegante, muy sensible, muy erótica y muy filosófica en su poema “La Hora” Ella toma el porte de amante, que
significa él o la que ama, pero es una amante que pide la consumación de su
amor para convertirse en una amante en el acto amoroso, y en un solo poema
abarca el tópico del deseo, del tiempo, de la vida, de la muerte, de la
juventud que está amenazada con la madurez y de lo efímera que es la vida.
Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
A pesar de que ella ha esperado aún es tiempo de
vivir la plenitud de un amor consumado, ella es la que le pide a su amado que
la tomé, que la posea y las dalias representan la primavera que es juventud.
Tómame ahora que aún es sombría
esta taciturna cabellera mía.
Su cabello es obscuro lo cual es signo de juventud,
pero las palabras que utiliza para describirlo no es el color en sí sino las
emociones “sombrías” y “taciturnas” y esa tristeza de su juventud inocente es
lo que vuelve al poema en un canto sublime.
Ahora que tengo la carne olorosa
y los ojos limpios y la piel de rosa.
Por si él no lo ha notado ella se describe con
un narcisismo bastante atractivo, el olor de su piel, es el olor de la
atracción, es el olor de las feromonas, sus ojos limpios no sólo están sanos
sino también son inocentes, la piel de rosa es la suavidad de la lozanía y sus
metáforas siempre tienen una vinculación con la naturaleza.
Ahora que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera.
Ahora que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera.
Se sitúa en su presente que le favorece con la
juventud que recalca una y otra vez, ella es primavera, ella es ligera que
parece que flota cunado camina entre las flores.
Ahora que mis labios repica la risa
como una campana sacudida a prisa.
Aclara que no siempre es un ser triste, sino que
es capaz de reír tan sonoramente como la campana.
Después..., ¡ah, yo sé
que ya nada de eso más tarde tendré!
Después..., ¡ah, yo sé
que ya nada de eso más tarde tendré!
Piensa en el futuro que la acabará con el paso
del tiempo y su estado de consciencia le produce preocupación.
Que entonces inútil será tu deseo,
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
Que entonces inútil será tu deseo,
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
Ella no quiere seguir perdiendo el tiempo en que
no ha practicado el amor porque sabe que va a morir y que el deseo como las
flores en su tumba serán inútiles.
¡Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!
¡Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!
El nardo es una flor muy distinguida de color blanco, color de la pureza y la castidad, su peculiaridad consiste en que su aroma perdura 48 horas después de ser cortada y la mujer que tiene el perfume de esta flor es una mujer que incita a la lujuria.
Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.
Insiste
en que quiere consumar su amor en que tiene prisa por aprovechar el tiempo, y
ahora la flor de la que la habla es de su vagina que pude marchitarse con el
tiempo, cuando caiga la noche o el ocaso de su vida.
Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?
Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?
No está dispuesta a postergar la noche de sus
sueños por el futuro que es incierto y tal
vez no pueda vivirlo.
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