No diré quién eres,
ni diré cómo eres,
ya que es imposible
cuando aún te
quiero,
siento este vacío,
un dolor inmenso que invade mi pecho,
cuando te imagino y
sólo en ti yo pienso;
y ante esta crueldad
de no poder amar
que invade mi ser;
sólo nos queda el soñar…
Yo sé que me amas,
aunque no lo digas,
al tocar mi mano y
al mirame un te amo,
y cuando me abrazas
se encienden las llamas,
más cuando me llamas
se cuánto me amas,
en las mariposas con
las alas rotas
cuando pisas tierras
y observas la luna,
tan sólo recuerda
que te espero quieta.
Mi primer poema (A los
15 años)
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