Todo el mundo en mi contra y yo como si nada,
no me envenena el odio, no me envilece el
desprecio,
tú me tienes hechizada con tu porte de caballero,
tú me tienes trastornada mi valiente gentil
hombre.
Todo el mundo en mi contra y yo como si todo,
como si todo floreciera, como si no me alcanzará
la desgracia
como si no me tocaran sus envidias, como si no me
hicieran daño,
como si sólo tú existieras para amarme y para
sanarme.
Los ojos del mundo entero puestos sobre nuestro
amor,
mil ojos que no se cierran ni mientras duermo en la noche,
mil ojos que no me dejan ni cuando voy a la
calle,
parece que el universo girará en torno a
nosotros.
Si peco de egocentrista o de manifiesta imprudencia
por amarte con locura, por escribirte mis versos,
no me asusta ni el infierno, no me espantan las
sotanas
no me arrodillo ante hombres, no solicito perdón
por amarte.
El sabor de la vida está guardado en tus labios
y yo muero por devorarlos,
el secreto de la vida
está en tu corazón palpitando
y yo quiero ser tu amada, nadie va a separarnos,
el misterio de la vida está en tu piel morena
y yo quiero acariciarte, quiero contigo estar en
vela.
Si aún hay sangre en mis venas, si respiro tú
nombre
si bebo mis secretos es porque tú existes mi
hombre perfecto,
la pasión de tu pecho se transporta por el aire
que recorre mi cuerpo,
tu buena fe es agua bendita con que me baño en
pecado,
tú eres la fruta prohibida a la que muerdo con
deseo.
Me agazapas, me enmudeces
y yo te palpo con palabras que te llenan de
besos
te doy mis cartas y poemas para que al abrirlos
pueda salir desnuda a embarcarme en tus anhelos
necesito de tus señales de humo para soportar
esta prisión para que salgas de tu cuerpo
y me penetres el alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario