Contigo me
siento fuerte,
me
encontraste desnuda
y me
pusiste un vestido
color
valentía.
Las
palabras hirientes
ya no
traspasan mi alma,
mientras
las palabras osadas
llueven,
las siento, las bebo
y florecen
en mis dedos.
Me baño con
las palabras
no tengo
pudor con ellas
puesto que
me liberan
y son el
beso que me acerca
a tus
labios revolucionarios.
Doy vueltas
con mi vestido
que gira
cual orquídea abierta
me siento
abrazada a tu cuerpo
segura,
protegida, inmensa y eterna.
Como si tu
amor me curara
de traumas,
de miedos
de la
tristeza, del peligro
como si me
curara de la muerte.
Y así
renacida por ti
no hay
amenaza a la que tema,
no hay poder
alguno al que me someta,
no hay
batallas que no hayan valido la pena.
Y así con
la esperanza amanecida
despierto
con la ilusión creciendo
hasta
esparcirse en el aire
como un
polvo mágico
y respiro
su frescura libertaria.
Te adhieres
a mí desde lejos
como un
deseo obsesivo,
como una
música siempre distinta,
que conjuga
todas las emociones
que me
llena toda de sentimientos.
Y así sin
más,
te rezo
todos mis poemas mundanos
para que te
acompañen en tu vuelo,
para que
los sientas como
un suspiro
hondo del mar,
como una
caricia espontánea,
como un
encuentro improvisado,
como un impulso
de amor apasionado.
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