martes, 1 de marzo de 2016

Divagaciones

El viento balancea tenuemente los cipreses,
un libro abierto está suspendido en el aire,
el autobús ha llegado,
parece que hay quietud,
escucho entre voces una risa,
me duele la garganta,
las nubes están quietas, una brisa acaricia el Pirúl,
el cerro está habitado por casas blancas con tejas,
un hombre peina a una mujer,
los jóvenes gritan y ríen con entusiasmo,
pienso en mi entrevista de trabajo,
en que me duele hablar,
en que me duele más callar,
en que no puedo estar quieta,
en que tengo sueño,
en que hoy no habrá hora para la siesta,
en que el cielo tiene dos tonos de azul, uno casi blanco y otro casi tú.


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