martes, 1 de marzo de 2016

Desde el balcón de La Dama de las Camelias

Un pájaro contempla el paisaje desde la lámpara
como yo contemplaba la Ciudad Hundida
desde el balcón de La Dama de las Camelias,
estaba sola mientras los demás bailaban,
saqué un cuaderno de mi bolsa verde seco y escribí:
“Suena triste pero apacible, la noche llena, la luna mira vacía…”
la Luna era ella, la de arriba, pero la Luna también era yo,
como testigo de la noche veía todo lo que sucedía y lo que no me lo
imaginaba, ahí nació el poema una noche en que tú me hacías falta:
¿Dónde? ¿Dónde estabas?

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