La Montaña está descubierta
por la sombra,
pero está cobijada por
una falda de luz,
al Sol le gustan sus
piernas,
y se acerca a ella, la
enciende con su tacto
y ella se humedece, el
Sol la acaricia con su calor,
y los pliegues de su
falda se mueven
Y las horas del Sol
ahora son olas que ondean un acto rebosante de amor;
Un ave se echa un
clavado para nadar en el viento y los observa
siendo Hombre y Mujer,
siendo Hombre en la Mujer,
siendo Mujer en el Hombre,
el corazón galopa,
él la galopa,
ella lo galopa,
y se cabalgan si cesar
por la eternidad.