El ardor apasionado del sol duele en un amor que no se puede
consumar, el mar me canta la Odisea de Ulises mientras la luna moja los
pensamientos de mi marinero, la tierra suspira por la nostalgia del tiempo que
se ha ido y por el futuro incierto que vendrá, el aire ondula los pastos de los
árboles para guiar a mi destino hacia ti y yo me dejo seducir por tu hermosa
existencia que es fuego de estrellas, fuego de estrellas que en penumbras es
como un corazón palpitante en su máximo esplendor y contemplo tu espectáculo celeste desde
esta cárcel en que me encuentro yo,pienso un día voy a salir de las penumbras para entrar
al paisaje de tu luz y así me consuelo.
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