Si me asomo a
la ventana de las seis de la tarde sé que tú estás allá desde otro abismo
contemplado el paisaje que te envuelve en el color púrpura de nuestro amor
misterioso que emerge de la tinta de mi pluma a las pinceladas con que juega
Dios en su bóveda de nubes, y lo tiñe a su vez de un sueño azul celeste y azul intenso agolpado con la pasión del mar, y
surca una estela a todo brío, a todo ímpetu , a todo tú, a toda yo.
Tal vez íbamos
por el mundo caminando ciegos, caminando sordos, caminando solos.
y cuando nos palpamos descubrimos un calor erótico,
un color de instinto de amor carmesí que dio luz a nuestros ojos que despertaron de la
obscuridad para impregnarse de la imagen acústica más bella sobre la matria misma y sobre todo el planeta,
y aunque parece que nuestros caminos se bifurcan, cada paso nuestro esta tomado de la mano de la amada en
el amado y cuando el destino nos vuelva a reunir lucharemos juntos y empapados de
aguas marinas navegáremos a toda vela en ritmos que no cesen jamás...
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