Hay sueños buenos y pesadillas
sueños de dormido y sueños despierto,
sueños en blanco y negro y sueños a colores,
sueños mudos y sueños con conversaciones,
sueños en silencio y sueños con canciones,
sueños en que uno cae y en los que uno vuela.
Hay sueños que se hacen realidad,
hay sueños insurgentes clandestinos,
sueños que uno agradece que sean sueños
porque nos encontramos con seres queridos,
hay pesadillas que uno agredece que sea una
pesadilla
porque en la realidad no hemos perdido lo que
amamos,
hay sueños premonitorios,
sueños del poeta que es profeta.
A veces cuando estoy dormida
se muere mi esperanza o me encuentro
presa de
fantasmas vivos y entonces
grito –NOOOO y mi voz me despierta
a veces mis susurros alterados me levantan,
a veces descubro el llanto de un mal sueño
por mis lágrimas cuando toco mi cara.
¿Serán las preocupaciones de la vida?
¿Serán los miedos a la muerte?
son los traumas
de posguerra sanguinaria,
son el presente que enclaustra,
la sangre contaminada de temores futuros,
es el poder que siempre me amenaza.
A mí me
gustan son los sueños de despierta,
sólo tengo que imaginar lo que deseo,
concentrarme en
las imágenes,
plasmarlas en palabras, e invocarlos
escribiendo una y mil poesías
es un ritual en que convoco
a las ilusiones perdidas y a las utopías,
sólo tienes que encontrarme para realizarlos,
para hacer verdad mis fantasías,
te espero a la hora del ocaso,
cuando las nubes y el sol
pintan con besos el horizonte de la vida.
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