Primer lucero
De tanto esperarte tanto, ya no sé lo que hoy
espero
aguardo que caiga la noche para hablar con el primer
lucero
le cuento todos mis secretos y hasta sabe mis
silencios
qué si me duele el alma y el cuerpo o si
entierro mis lamentos.
Que sí me da miedo el día o me atormenta la
comida
que si la ducha es ritual de odisea, o si mi
soledad me marea
y si me quedo dormida con las ventanas
abiertas para que entre el viento
con susurros de cuentos, con su vaho estival lleno de sentimiento.
Esa mi monotonía eso es lo que no te cuento,
que me desespera la vida
que la huída sería fallida, que te esperado
mil veces con velas encendidas
con flamas de esperanza, con ilusiones de un
preso que quiere ser liberado
y entonar
un canto al aire libre y desnudo como himno aventurado.
Sólo me quedo y espero, cae la noche y luego
el día, que estoy muy loca
lo piensan, que me sobra la fantasía, que no soy
ni un poco normal
que me pierdo allá en la luna, que dónde me
voy cuando me ausento
será a la airada luna, luz blanca de las quimeras,
claridad de mi recinto.
Qué más quieres que te cuente, que los
mismo que siento hoy
será lo que duela mañana y cada larga semana
en que te invoco
y no vienes, que te amo en la distancia más cruel
y transparente
que mata esté amor
que no escucho las notas de un saxofón ni de clarinete.