martes, 2 de agosto de 2011

Amado, mi bien amado

Algo a mi me falta
Ya he perdido el sol
Ni la arena blanca y blanda
Ni los recuerdos de amor
Me hacen sentir hoy mejor.

Amado mi bien amado
Amarga es la fantasía
Tuve un sueño y te busca
Acordándome que un día
Un dardo cruzó mi pecho
Tu nombre el contenía.
Ni la primavera
O azulada estrella
Ni los viñedos dorados
Ni todo lo que he soñado
Me hace sentir hoy mejor.

Amado mi bien amado
Amarga es la fantasía
Tuve un sueño y te buscaba
Acordándome que un día

La luna encendió mi pecho
Algo bueno acontecía
Verso eterno, luz sombría
Te perdí por cobardía.

Hoy rota mi fantasía
Quebrada mi valentía
Aún te busco y no te encuentro
Para el final de éste cuento, ¡hooo!  

lunes, 1 de agosto de 2011

Como Agua Para chocolate

Como Agua Para chocolate
“El tiempo se me fue volando y al terminarlo bendecía  yo a Laura Esquivel, la cubría de besos, tenía ganas de conocerla, casarme con ella, llorar de felicidad sobre las cebollas finamente picadas,  gozar del olor que despiden sus guisos, conocer a fondo todas sus recetas de vida, moler especies, pelar ajos y limpiar chiles”
Elena Poniatowska
Una opinión como ésta es un elogio bien merecido en la que una escritora reconoce el trabajo intelectual de alguien que pertenece a su gremio. La obra impacta desde que es recomendada  y encanta desde las primeras líneas, cuando el llanto de Tita recién nacida se esparce por toda la cocina y al secarse esas gotas se convierten en granos de sal que guarda Nacha en un costal para cocinar.
Como Agua Para Chocolate es realísimo mágico con ingredientes de romanticismo que hacen de Tita una heroína diferente a todas las demás, la literatura nos  ha dado vida a protagonistas de diferentes tiempos y espacios; a la que habiendo  alcanzado sus sueños se harta de ellos  y busca aventuras en la infidelidad cansada de la  monotonía que es mediocridad, a la que conoce a un joven apuesto  pero arrogante al que trata con desplante pero termina enamorándose de él, a quién pierde un amor y lo busca desesperadamente  pero en el camino se enamora de otro, a la caprichosa que es sorprendida por el protagonista cuando ella elige como esposo al rival de verdadero amor.
A  todas ellas se les ve con vestidos ceñidos al corsé, en los teatros franceses, en los banquetes,  o tomando el té inglés pero ¿Quién cocina? Ellas no, son como princesitas que intrigan que tienen su encanto pero que no parecen reales. Tita se acerca más a una mujer real pero es auténtica y mágica.
Nuestra protagonista víctima de la monotonía vive en Piedras Negras, Coahuila, en tiempos de la revolución mexicana. Mamá Elena es la encargada y responsable del rancho como de sus hijas, es una mujer de carácter fuerte, de ideas arcaicas pero con un toque feminista ya que lleva las riendas de la hacienda y no depende de un hombre. Tita su hija está destinada  a cuidar de ella por ser la menor y a renunciar al matrimonio por una costumbre familiar.
Pedro el héroe gallardo que conquista con sus atractivos naturales como su tez morena y además desarma con sus primeras palabras después de la declaración “El amor no se piensa se siente o no se siente” he aquí el ingrediente del romanticismo, el sentimiento sobre la razón, pero eso no le vale con su suegra quién le cede a su hija Rosaura.
Rosaura  sabía  del amor correspondido entre ellos y no le importa.  Al llegar el día de la boda, Nacha la nana y Tita preparan el pastel y cuando Tita bate el huevo unas lágrimas caen en éste, Tita tenía el don de transmitir los sentimientos secretos a quienes degustaban su obra de arte y como toda opera máxima tiende a ser sublime el pastel provoca tristeza,  llanto en todos los invitados  por “Por el amor que nunca tuvieron” posteriormente un  vómito colectivo que parece de comilona medieval en la que todos acuden a los vomitivos pero como no alcanza a llegar  se  ensucian unos a otros y no se salva ni el vestido de la novia. Ese desastre le cuesta una paliza a nuestra heroína.
 Pedro se había casado con Rosaura para estar cerca de Tita  y a ella se lo revela. En su luna de miel el pone de pretexto la intoxicación para evadir a Rosaura y cuando al fin cumple con sus deberes maritales “No es por vicio, ni por fornicio, sino para dar un hijo a tu servicio."  De esa unión surge un hijo.  Algunos lectores dicen que Pedro pudo haberse robado a  Tita a lo que mi madre responde, si hubiese sido así, no existiría la historia como la conocemos.
 Pedro le obsequió unas rosas que  ella apretó contra su pecho como arrebato pasional,  las espinas la rasguñaron  y sangró “¿Quién no ha tenido un roce con un pétalo y ha evitado el sentirse un ser amado?... espuelilla que te clavas en la mano y en pecho la espina de ese dardo”(Sandra Basaldúa). Es el símbolo del amor pétalos y espinas, felicidad y dolor.



 Su madre al enterarse del reglo le pidió que las desojará y tirará pero Tita pensó en la receta de Nacha, su nana ahora muerta. Además en el racho podía encontrar siempre la materia prima para cocinar, ella empezaba y terminaba el proceso.
“Las codornices en pétalos de rosa tienen un efecto completamente opuesto. Mamá Elena muestra a Tita  como fracturarle el cuello a las codornices pero como Tita siente compasión por las pobres codornices lo hace con tanta delicadeza que sin embargo deja al ave viva con la cabeza colgando, así se sentía nuestra heroína como una codorniz con el cuello quebrantado por su madre pero viva, lo cual prolonga la agonía.
Ésta comida fue una obra de arte pero esta vez la sangre y los pétalos eran ingredientes desbordantes contarios a las lágrimas del pastel de boda, lo que ahora sentía Tita era una pasión incontrolable y el resultado fue afrodisiaco.”(Laura Esquivel).
“Tal parecía que en un extraño fenómeno de alquimia no solo la sangre de Tita sino todo su ser se había disuelto en la salsa de las rosas, en el cuerpo de las codornices y en cada uno de los olores de la comida, de esta manera penetraba en el cuerpo de Pedro, voluptuosa aromática, calurosa y completamente sensual, parecía que habían descubierto un nuevo código de comunicación, en el que Tita era la emisora Pedro el receptor  y Gertrudis la afortunada en quin se sintetizaba esta relación sexual a través de la comida”
Mamá Elena la reprobó, Pedro lo  disfrutó y a Gertrudis  la hiso arder el placer culinario, ni siquiera el baño le calmo el fuego y hasta el agua que estaba fría se calentó, la madera se incendió  y a Juan un revolucionario  se le agudiza el olfato y sigue ese olor a rosas hasta que llega a Gertrudis y se la lleva en el caballo desnuda y mientras se besan emprenden la huida siendo observados por los protagonistas . Este episodio erótico es clímax de nuestra mejor novela mexicana.

Mamá Elena era quien podía cortar la Sandía con el arte mokimono, formando una rosa, la sandía se ponía en una mesa en las noches calurosas cuando todos  dormían en hamacas,  Tita se levantó al baño, Pedro la escuchó, la siguió, le tapó la boca y luego la beso, se acariciaron pero no llegaron a consumar su amor, porque Elena se despertó y llamó a Tita. 
Al día siguiente Mamá Elena manda a          Pedro y Rosaura con su hijo a Texas, Tita pierde el sentido de la vida porque ya no está con su amado Pedro ya no es la nodriza de su sobrino y  no cuida a Rosaura con sus remedios caseros, Ahora muda prepara mal el baño de su madre, muda plancha y quema la ropa, llora muda, muda sufre, no se puede concentrar ni en lo más simple, muda en ese cuarto obscuro en que  todo se vuelve insoportablemente rutinario.
Ella que había aprendido a transformar sus faenas cotidianas, la rutina, en un auténtico placer cocinando ahora estaba desconsolada y vacía que teje una cobija tan grande que nunca logra quitarle el frío. Un día llega una tropa revolucionaria que intentaba saquear la casa pero mamá  Elena con el carácter de matriarca amenaza y les pide que se lleven lo de afuera pero que no entren porque dispara, ellos admiran su intransigencia  y se van.
Cuando les llega la noticia de que se muere el sobrino porque la comida le hacía daño,  Tita busca como compañía a las palomas, las alimenta, las cuida, habla con ellas, no baja del palomar hasta que su madre cansada le quita la escalera y al día siguiente le pide al doctor John Brown que se la lleve al manicomio pero John la cobija porque estaba desnuda y sucia, era la cobija que tejió con su angustia, con su soledad, con su ansiedad y desesperación de no ver a Pedro, con su locura, era tan larga que arrastraba  por todo el rancho mientras se iba en el carro.
John le repara la nariz  a Tita que su madre le había roto con una cuchara de madera, es cuidada por Caty una mujer de 70 años norteamericana, Alex es hijo de John un niño huérfano de madre quién pasa por desapercibido  por Tita que  se la pasa observando a su libertador que trabaja en el laboratorio, pero no habla, quiere silencio, silencio que comprende la abuela de John “Luz del amanecer” que pertenece a una tribu, pero John no la entiende y se lo pregunta “Tita dime ¿Por qué no hablas?, ella escribe en la pared del laboratorio “Porque no quiero” El doctor le revela la teoría de su abuela.
 Los hombres son parecidos a fósforos. Los fósforos tienen que ser alumbrados por algo para que quemen. Los hombres también necesitan una persona particular que alimenta su alma”.(Laura Esquivel)
El caldo de colita de res provoca que Tita lloré y desahogue su tristeza guardada y atragantada en el silencio, es su función curativa.  John se había enamorado de ella asi que le pide matrimonio a Tita y ella acepta, estaba muy agradecida con él porque había conocido una libertad que nunca había tenido, ella lo quería ya que él era un caballero noble, pero eso no se parecía a esa exaltación desbordante con que Pedro la flechó.
Unos bandidos atacan la casa donde mamá Elena se quedó con Chencha, a la primera la dejan paralítica  y a la segunda la violaron, debido a esto Tita regresa a intenta curar a su madre con el caldo de colita de res, pero la mamá estaba tan mal que muere. Éste evento trae de regreso a Pedro y a su esposa con una nueva hija, Esperanza.
Tita descubre que su madre tuvo un amor frustrado del cual resulta su hermana Gertrudis mediante un libro escrito por ella, Pedro estaba furioso y celoso, pero no logra persuadir a Tita de que no se casé y aprovecha la ausencia de John que fue por su tía para pedir la mano de Tita. Esa noche en el cuarto obscuro consuman su amor.
Es en octubre cuando llega Gertrudis y le pide las Torrejas de natas que tanto le gustan, mientras Tita las prepara confiesa sus sospechas de que está embarazada de Pedro y que no quiere lastimar a Rosaura.  Gertrudis como siempre alegre y positiva consuela a su hermana  La mera verdad es que la verdad no existe, todo depende del punto de vista" cuando se da cuenta de que Pedro entra y revelala noticia como por accidente.
Cuando Tita se encuentra sola en la cocina se le aparece el fantasma de su madre reprochándole, pero ahora Tita tiene un arma para defenderse y  no duda en  usarla, el conocimiento de ese secreto la liberó y convirtió al fantasma de su madre una chispa que llegó hasta donde Pedro cantaba ebrio para Tita, esa chispa lo quemó y Tita lo curo con las recetas de “Luz del amanecer”.
La herbolaria es aprovechada por la herencia tradicional, el contacto directo con la naturaleza, lleva al hombre a conocer las respuestas naturales que la Tierra provee. Es el único camino hacia la sabiduría. Así que  Tita toma una decisión sabia y es no renunciar a Pedro.
“Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa. Una tibieza placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir, puesto que la combustión que ocurre cuando uno de los fósforos se enciende es lo que nutre al alma. Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se humedece y ni uno solo de los fósforos se encenderá nunca." (Laura Esquivel)
Tita preparó Frijoles gordos con chile a la Tezcuana para recibir a la tía y a su prometido, la tía era sorda, Tita debía ser honesta y aprovecha el momento para confesar que ya no es virgen y así romper su compromiso con John quien está dispuesto a perdonarle su falta si es que ella lo ama y a dejarla ir con Pedro pero exigiendo el lugar que ella se merece.
En el desayuno había discutido con Pedro quién pedía que Tita dijera a su prometido que estaba embarazada de él a lo que Tita responde que sólo fue un retraso y no hay motivos para cancelar la boda, Rosaura  siguió sus gritos y se enteró del engaño, se mostró indignada y pidió discreción además de sentenciar a su hija Esperanza al mismo destino de Tita, cuidar a la madre. Fueron estos los acontecimientos los que liberaron a Tita de esa unión que podría ser tranquila y eterna perno feliz. “Si no amas lloraras pero no con todo el dolor y reirás pero no con todo el júbilo”. (Khalil GibranK.)

  Por obvias razones Tita jamás acepto el destino de su sobrina y cuando Esperanza ya estaba grande murió Rosaura y es libre de casarse con Alex el hijo de John.
El día de esa boda Tita prepara Chiles en Nogada como ese día estaba feliz porque se realizaba un sueño del que ella fue privada la comida provocó una explosión de pasión en cada pareja, Tita y Pedro libres al fin se refugian en el cuarto obscuro en dónde les esperaba un lecho de rosas y cirios para su último ritual.
“Si por una intensa emoción llegamos a encender todos los cerillos de nuestro interior de  un solo golpe iluminaremos más allá de lo normal y veremos un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y nos llama a rencontrar nuestro perdido origen divino” (Laura Esquivel)
 Pedro sintió que el éxtasis de su vida y todos los fósforos de su alma se encendieron de golpe y de pronto una luz en el túnel le privo de la vida. Cuando Tita vio a su amado muerto comió fósforos y se produjo una explosión que incendió a todo el rancho, Esperanza rescato una reliquia el libro de recetas de Tita y las heredo a su hija quien  tuvo la convicción de que con esa obra en sus manos y sirviendo de narradora haría inmortal el Amor de Pedro y Tita, su tía abuela.
Como agua para chocolate refleja la vida de la mujer en 1910, la mujer se dedicaba al hogar trabajo sin tregua, la cocina para Tita era su vida, su trabajo, pero ella lo  hace un arte por el cual comunica sus sentimientos, Tita nos revela que así como ella Laura Esquivel además de ser una gran escritora es una gran cocinera, un libro que deleita el paladar, hace agua la boca e incita cocinar y a sufrir la consecuencias del resultado de la comida.
De las obras literarias que conozco hasta el momento no he encontrado alguna otra que resalte el sentido del gusto. Los sabores nos llevan a conocer el mundo y por medio de éstos recurrimos a nuestros primeros recuerdos. El hecho de que a Laura Esquivel se le haya ocurrido emitir sentimientos  cocinado  otorga a la comida el papel de mensaje y de receptor al degustador. Es una idea tan original que solo se le asemeja en la odisea de provocar al lector   “El Perfume Historia de un asesino” pero que en vez de exaltar el sentido del gusto recurre al sentido del olfato.
Ahora podemos encontrar varias películas que enaltecen el arte de cocinar como la de un hombre latino que pierde el sentido del gusto y es un excelente cocinero que llega a recuperar el sentido cuando una de sus hijas talentosa en el arte culinario lo deslumbra (Perhaps, perhaps, perhaps) O Raratouille que nos deja el mensaje de que “Cualquiera puede cocinar” pero todos coinciden que los ingredientes principales son pasión, amor, creatividad y lágrimas ¿Por qué no?

Si nos cuestionamos como sería la vida sin captar los sabores nos daríamos cuenta de que sería bastante insípida y que después de todo, el comer es un autentico placer del cual debemos agradecer a la vida, nuestra concepción del cocinero, del chef, de la mamá o de quien cocine en casa debe ser más noble porque puede que sea un artista que alegra nuestros días. Sólo se privaría de este placer una persona en devastadoras circunstancias y la pregunta es ¿Qué delicia sentirá un náufrago cuando después de varias cuarentenas pruebe al fin su platillo favorito? El gozo de estar vivo y a salvo pero también de entender ese lenguaje secreto, el secreto de Tita.
Una obra de tal magnitud siempre es de dos el creador y la musa o muso en este caso. Después de haber leído  como agua para chocolate, no habrá lector que olvide cuando pica una cebolla que “Lo malo de llorar cuando uno pica la cebolla no es el simple hecho de llorar, sino que a veces uno empieza y ya no puede parar”
El libro es inolvidable porque  el día en que a Laura Esquivel se le ocurrió escribir que Nacha guardo en costales  las lágrimas solidas de Tita  para cocinar, ese día nació una nueva sal para todas las mujeres mexicanas.
Cuando la sandía estaba en forma de rosa para saciar la sed de los días calurosos Y se tropieza con Pedro a todos nos dan ganas de un beso sabor a sandía, es una obra de buen gusto que deja un buen sabor de boca, un sabor a fresca sandía.